El pasado domingo 13 de agosto se realizó con gran alegría la Fiesta de la Familia, un acontecimiento que cada año se organiza para compartir con los familiares de los seminaristas de las diócesis de David, Santiago, Chitré, Penonomé, Panamá y Colón- Kuna Yala, además de la Comunidad Misionera de Seúl y de la Fraternidad de la Divina Misericordia.
“La presencia de las familias en el proceso de discernimiento vocacional es fundamental”, así lo afirmó en su homilía Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, reiterando que las familias que están animadas del espíritu de fe, caridad y piedad, son como el primer seminario, ustedes son formadores de valores de sus hijos.
El Arzobispo explicó que durante los largos años de formación, el seminarista aprende a valorar y orar por tres familias que son como caminos por los cuales la Providencia Divina los hará transitar. La familia de sangre, la familia del seminario y la familia de la Iglesia.
Exhortó a los presentes a que sepan acompañar el camino formativo de sus hijos y familiares con la oración, el respeto, el buen ejemplo de las virtudes domésticas y la ayuda espiritual y material, sobre todo en los momentos difíciles.
Ulloa, pidió unirse en la oración, “un pueblo fiel que ora pueden contribuir mucho para que los sacerdotes actuales y los futuros, levantemos con dignidad ese peso”.
El padre Santiago Benítez, rector del Seminario Mayor San José destacó que este encuentro es una oportunidad con significado fuertemente pedagógico para todos, esta reunión permite conocernos y compartir las experiencias que han tenido en el proceso de sus hijos o familiares.
En el marco de esta celebración también se dio la bienvenida a los candidatos de primer ingreso, quienes realizan el primer año de formación en el Seminario Santa María la Antigua en la diócesis de Chitré. Son cinco jóvenes que provienen de las diócesis de Panamá, Colón- Kuna Yala y Chitré, que con alegría responden a este proceso.