Con sencillas palabras, llenas de amor, esperanza y fe, el sacerdote venezolano Ricardo Bulmez compartió muchas vivencias que dejaron en los diferentes encuentros, enseñanzas profundas. Quienes le escucharon entendieron que para retomar el camino y asumir nuevos desafíos, debemos dejar cargas, perdonar, amar y disfrutar de cada instante.
Invitado por monseñor Rafael Valdivieso, obispo de la diócesis de Chitré, el padre Bulmez estuvo los primeros días de su estadía, dictando un Retiro Espiritual a los sacerdotes de esa diócesis. Luego en la parroquia Santa Marta en Altos del Chase ofreció varios conversatorios, para la comunidad parroquial, otro dirigido a parejas y para la comunidad venezolana.
A lo largo del compartir con los feligreses de la parroquia, fue fácil saborear, que cada gesto, cada palabra suya, reflejaban la nobleza de su espíritu. Sus mensajes, basado en grandes verdades, brindaron nuevos retos personales.
Combinando el Sí con el No
Inició uno de sus conversatorios mencionando la importancia de saber combinar el amor y el odio, la alegría y el dolor, la necesidad de saber combinar el sí y el no, tener un equilibrio que nos permita vivir a plenitud.
“No hay que huirle al dolor, hay que vivirlo, esas experiencias dolorosas terminarán en paz, en fortaleza y quizás hasta dejarán un recuerdo bonito”, explicaba el padre Bulmez. Afirmó que el brío del alma se condimenta con alegría y con tristezas; “la muerte no es mala, es dolorosa, a mi abuela muerta ya no la lloro, la recuerdo con alegría”, dijo.
Resaltó que los cristianos debemos mirarnos y preguntarnos: ¿estamos celebrando la resurrección del Señor o estamos en la muerte todavía?”
La alegría del cristiano
Para el sacerdote venezolano la alegría es la base de todo, a las personas amargadas nadie las ama. Es el único afrodisíaco en las parejas, es lo que incentiva el poder tener buenas relaciones, explicó que no se trata de estar riéndonos todo el tiempo, pero debemos estar alegres en el espíritu.
“Que triste esperar ser feliz cuando sucede algo que anhelas, ¡despierta! tu vida ya empezó. No hay otra vida, la mejor religión es la tuya, el mejor cuerpo es el tuyo, no esperes que los demás cambien, cambia tú! reiteró Bulmez.
“La vida está en tus manos y tus manos están en Dios” un mensaje que repitió en los diferentes encuentros tanto en el retiro espiritual de Chitré como en los diferentes conversatorios dados en Panamá.