Este libro es la más grande muestra de entrega y amor de un servidor de Dios. Es el vivo retrato de un sacerdote, cuya única misión es servir con alma, vida y corazón al pobre, al desheredado, al hermano, al desvalido.
Por Martha Tiffer
Para el padre Francisco Javier Bárcenas, formador de la Comunidad Misionera Vicentina, escribir un libro nunca fue un propósito. Pero el 18 de noviembre de 2023, fecha en que celebraba cincuenta años de vida sacerdotal ministerial, y mientras daba una mirada regresiva al inicio de su vocación y de su vida consagrada, tomó la decisión de escribirlo.
Un intenso proceso de preparación
El padre Bárcenas recuerda que, en medio de los preparativos de la celebración de su aniversario sacerdotal, el cual habría preferido que fuera lo más sencilla posible, sin muchos bombos y platillos, en la capilla y con poca gente, fue cuando surgió la idea.

Escribir un libro, ¿para qué?
El sacerdote recordó que al principio rechazó la idea en su mente. Pensó que hacerlo era sacar a la luz aspectos de su vida como sacerdote, labor que siempre había querido ejercer en silencio, sin hacerla pública. Estaba claro en que la obra de su vida era plenamente de Dios; él, un simple servidor, y Jesús, el Señor de la historia.
La motivación para escribir “Por amor al prójimo”
El padre Bárcenas relata que para escribir el libro “Por amor al prójimo” recibió mucha motivación. Alguien, de quien no reveló el nombre, le dijo: “Este es un legado y va a ser de mucho bien, será un largo recorrido con tus experiencias de vida, mucho que aportar”. Y de esta forma, se llenó de ánimo y al fin dio el gran paso.

¿Por qué el título de su obra?
A esta pregunta, el padre Bárcenas responde que es un tema muy sugestivo. Se trata de su prójimo, a quien ha dado toda su vida, el que no tiene quien vele por él, al que ha entregado sus luchas, sus desvelos, sus sueños. Es por esta razón, afirma, que surgió la idea de escribir el libro.
“Dispuesto a servir con profunda humildad”
La obra, sostiene el clérigo, va dirigida a todas esas personas que están llamadas y dispuestas a servir, al que está claro que, para llegar a Dios y llevarlo a otros, hay que hacerlo con profunda humildad.