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¿Por qué los panameños aún eligen nombres bíblicos para sus hijos?

¿Por qué los panameños aún eligen nombres bíblicos para sus hijos?

En Panamá centro, más de 52 mil personas llevan nombres de origen bíblico. Para muchas familias, esta elección no es solo tradición, sino una manera de transmitir fe, valores y bendiciones a las nuevas generaciones. 

 

Por Karla Díaz 

Cuando Alfredo Fernández y Amélida Martínez esperaban a su primer hijo, tenían claro que su nombre debía tener un significado especial. Eligieron Noah Rafael, la versión en inglés de Noé, el hombre escogido por Dios para salvar a su pueblo y a los animales del diluvio.  

“El nombre es hermoso, y realmente quería un significado bíblico porque creo en Dios, lo amo y tengo fe en que los nombres atraen bendiciones, y eso es lo que quiero para mi hijo y mi familia”, explica Amélida.  

En cuanto a las inscripciones de nacimientos, se inscriben 14 niños al día en Panamá Centro.

Como ellos, cientos de padres panameños escogen nombres inspirados en las Sagradas Escrituras. De hecho, según datos de la Oficina de Registro del Tribunal Electoral, en los últimos 10 años, 52,646 personas de Panamá centro llevan un nombre bíblico.   

Entre los más comunes están María, José, Juan, David, Gabriel, Esther o Ruth, pero también se registran con frecuencia Omar (10,240), Damaris (5,774) y Jairo (3,840).  

Otros nombres, como Demetrio, Ezequiel, Isaías, Judit, Samir, Caleb, Eunice o Betania también forman parte de las elecciones habituales, manteniendo vivo un vínculo espiritual y cultural.  

 

Creencias religiosas  y simplicidad  

Oliver Carpintero, supervisor de Hechos Vitales del Tribunal Electoral, confirma la tendencia de los padres panameños por nombrar a sus hijos como los personajes bíblicos.  

“Los nombres bíblicos son los más comunes porque son fáciles de pronunciar y escribir, y muchos padres los eligen por creencias religiosas o buscando bendiciones”, señala.  

Agrega que en la sede de Panamá Centro se realizan 14 inscripciones diarias de nacimientos, lo que suma más de 400 al mes, y aunque la Oficina de Registro Civil permite a los padres elegir libremente el nombre de sus hijos, brindan orientación en caso de que, por motivos especiales, los nombres sean ofensivos o atenten contra la dignidad de la persona.   

“Aquí nos aseguramos de que los nombres no sean extravagantes o que puedan provocar bullying. Una vez vino una señora que quería ponerle ‘Chancleta’ a su hijo, y le explicamos que no era recomendable”, recuerda Carpintero.  

 

Nombres bíblicos más comunes en Panamá  

Además de los nombres clásicos, en los últimos años ha crecido la creatividad, aunque siempre guiada por la ley que faculta a los funcionarios a rechazar inscripciones con nombres ofensivos o que puedan ser objeto de burla.  

Gabriela Peña, madre de un bebé de un mes y ocho días, comparte que su hijo se llama Matías André, otro nombre bíblico cuyo significado es “regalo de Dios”.  

 

Otros nombres bíblicos utilizados son: Betsabé, Mara, Tamar, Cornelio, Ara, Eneas y Baruc. 

 

“Me encanta, porque lleva un mensaje y una bendición para su vida”, dice emocionada.  

Y es que, para algunos padres, elegir un nombre bíblico es también una forma de mantener vivo un legado familiar. Muchos continúan la tradición de nombrar a sus hijos en honor a abuelos o bisabuelos, reforzando así la conexión entre la historia familiar y la fe. Esta costumbre no solo preserva la memoria de generaciones pasadas, sino que también fortalece el sentido de pertenencia en la familia.  

Como pudimos confirmar en nuestra visita al Tribunal Electoral, la preferencia por nombres con significado espiritual también refleja una búsqueda de identidad en un mundo cada vez más globalizado.   

Los padres tienen la libertad de elegir nombres, siempre y cuando estos no atenten contra la dignidad.

Mientras otros optan por nombres modernos o extranjeros, como los de futbolistas famosos, por ejemplo, (Mbappe, Ronaldo, Neymar, Messi), los nombres bíblicos ofrecen una raíz cultural sólida y reconocible, capaz de trascender modas pasajeras.  

En Panamá, los nombres bíblicos son más que un simple registro en el acta de nacimiento, se han convertido en la declaración de valores y creencias, porque para muchas familias panameñas, nombrar a un hijo con inspiración bíblica es regalarle, desde el primer día, una historia que lo acompañará por toda la vida.