Preocupación por formación integral de nuestros futuros sacerdotes

Preocupación por formación integral  de nuestros futuros sacerdotes

El Seminario Mayor San José tiene en cuenta el escenario desde el que llegan los jóvenes hoy a la casa de formación de los futuros sacerdotes, y es evidente que la cultura ha cambiado. Por ejemplo hasta hace unos años, a la hora de dormir se apagaba la luz y se hacía el silencio. Ahora los seminaristas pueden seguir conectados al mundo a través de sus teléfonos móviles.
Es evidente los desafíos que plantea la sociedad actual, algo que la misma Santa Sede lo previó y redactó un documento, la nueva “Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis”, marco que fija la formación que recibirán los seminaristas de todo el mundo en las próximas décadas.
Como bien lo señala el Rector del Seminario Mayor San José, Santiago Benítez, las conferencias episcopales de todo el mundo, la asumieron y Panamá no ha sido la excepción. “La Ratio nacional es la puesta en práctica de la Ratio fundametal”.
Dicho documento platea como objetivo que los seminarios sean escuelas de formación integral, donde los jóvenes “se configuren con Cristo” como “discípulos”, al tiempo que “puedan conocer, detectar y trabajar de forma sistemática”, en los años de formación, las “carencias y defectos” derivadas de su “situación familiar, social y cultural”, para trabajarlos con ayuda psicológica y espiritual.
El padre rector, reconoce que la realidad plantea un itinerario que va más allá de lo académico para apostar por una formación integral, que abarque las dimensiones humana, comunitaria, y espiritual”.
El tema lo abordó el Arzobispo de Panamá en la apertura del Año Académico del Seminario, el pasado lunes 6 de marzo, ante profesores, formadores y seminaristas. “Es necesario dotar a los seminaristas de recursos vivenciales para que estén firmemente integrados en el mundo y en la sociedad en la que se mueven: han de verse como servidores del prójimo, y no entender la parroquia como un centro de culto ajeno al entorno”.
Entre otras cosas, el seminario deberá asegurarse que los candidatos reúnen las condiciones tanto humanas como afectivas para ejercer la vida sacerdotal: desde vivir el celibato, hasta estar dispuesto a gastarse generosamente por los demás.
Monseñor José Domingo Ulloa advierte que la intención es ayudar a los jóvenes a superar sus carencias de formación humanística, la inmadurez humana y afectiva con que llegan al seminario. “Este proceso de formación es vital para los seminaristas” agregó.
Asimismo pidió a los formadores y profesores, poner todo su empeño en sacar mejor provecho de los seminaristas para que adquieran un nivel óptimo tanto académico como humano. “El mejor profesor es aquel que nos hace trabajar porque cree en nuestras posibilidades”, dijo.
Con palabras directas y sin tapujo, el Arzobispo señaló que hay un área que hay que reforzar en la formación de los sacerdotes y es el área de la transparencia. “Saber que los bienes económicos de una parroquia o de una diócesis no nos pertenecen a nosotros; los bienes económicos le pertenecen al pueblo de Dios”, algo que para Monseñor Ulloa es fundamental adquirirlo desde el Seminario.
En esto está de acuerdo el Rector de la Universidad Católica Santa María la Antigua, Juan Planell: “la necesidad de fortalecer la formación de los seminaristas para beneficio de la sociedad panameña, ante la ausencia de líderes capaces de guiar a la ciudadanía, ante los graves problemas que plantea la sociedad moderna”.
Planells, quien estuvo presente en el inicio del Año Académico del Seminario, advierte que el vínculo entre fe y vida es importante. “Tener buenos sacerdotes significa poder tener mejores ciudadanos, porque con su testimonio de vida podrán guiar al Pueblo de Dios ávido de líderes creíbles” expresó.
Como dato adicional, el Rector del Seminario Mayor San José, padre Santiago Benítez informó que los días 12, 13 y 14 de diciembre pasado, se revisó el pensum del Seminario Mayor San José con el padre Carlos Villalobos, sacerdote dominico de la Universidad Bolivariana de Bogotá, Colombia, que está apoyando en la parte académica. “Con esta Universidad mantenemos un convenio” agregó.
Dijo que por sugerencia de la Universidad Bolivariana, se agregó un seminario de investigación para despertar en nuestros jóvenes no solamente ir a escuchar la clase sino despertar en ellos ese celo por la investigación. “El otro es una materia de Biblia que no teníamos en nuestro pensum”.