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Primera feria familiar en La Montañuela de Atalaya

Primera feria familiar en  La Montañuela de Atalaya

El Centro de Pastoral de la Montañuela de Atalaya, llevó a cabo su primera feria familiar bajo el lema “A ejemplo de la familia de Nazareth, construyamos la casa de Dios”, el pasado 27 de mayo. En esta actividad se contó con una gran participación de fieles tanto de las comunidades que conforman este centro de pastoral como de las comunidades pertenecientes a la parroquia San Sebastián de Ocú.
La feria inició con la Santa Eucaristía presidida por el Obispo Monseñor Audilio Aguilar, quien en su homilía instó a los fieles a dejar que el impulso del Espíritu Santo los lleve a abrir nuevos caminos de evangelización como lo hizo San Pablo.
“El trabajo de la Iglesia es constante y urgente; ella necesita de la ayuda de sus hijos quienes con su colaboración tanto espiritual como material hace eficaz su misión. Este centro que está dando sus primeros inicios ha de ser fecundo, y una comunidad es fecunda cuando prevé para tiempos posteriores vocaciones al matrimonio, a la vida religiosa y sacerdotal”, dijo el Pastor.
Señaló también que el esfuerzo inestimable para la realización de esta actividad va ahondada del deseo incesante del Señor en que todos sean uno, “Como tú y yo Padre somos uno, en el amor”.
Terminada la Eucaristía se procedió al corte de cinta e inauguración de la I Feria Familiar, seguidamente las presentaciones artísticas por parte de colegios e instituciones y grupos juveniles de la diócesis, juegos deportivos, ventas de comida y otras sorpresas más.
Esta actividad tuvo como objetivo el pasar un momento agradable en familia y también un medio para recaudar fondos para el mejoramiento de la infraestructura del Templo Nuestra Señora de la Candelaria.
Fue un día maravilloso, donde se compartió verdaderamente en familia, donde se unió la fe de un pueblo que cree en lo que celebra, la esperanza de saber que el trabajo de la Iglesia siempre es asistida por la gracia del Espíritu Santo y la caridad como el reflejo de una fe hecha vida, donde cada persona se sintió corresponsable y ofreció de manera generosa su aportación para el buen éxito de esta actividad.
Los fieles y organizadores dan gracias a Dios por el éxito de esta actividad, a la vez que ponen en las manos del Señor los inicios del trabajo pastoral de este centro, para que la intercesión de la Santísima Virgen María les haga dóciles al espíritu y corresponsables en la misión.