,

Santo de madre panameña es el patrono de la JMJ 2019

Santo de madre panameña  es el patrono de la JMJ 2019

La Jornada Mundial de la Juventud 2019, además de desarrollarse bajo un lema mariano, trae consigo la especial elección de un santo patrono de madre panameña, San Martín de Porres; un modelo de lo que estamos llamados a realizar en el mundo dentro del contexto de servir a los demás.

Esta noticia llenó de mucha alegría a la Iglesia panameña, pues nos sentimos plenamente identificados con él. Sus rasgos, el color de su piel y su gran legado son elementos que tenemos en común.

El padre Ángel Alonso es el párroco de la comunidad de Cerro Batea que se encuentra bajo el patrocinio de este santo, que sin duda señala él, debe significar algo especial para cada panameño.

“Dentro de todo el Santoral de la Iglesia Universal, San Martín de Porres es el santo que tenemos como nuestro; que lo hayan escogido como patrono de la JMJ reviste una gran importancia para nosotros como católicos porque nos refleja nuestra identidad”, dijo el sacerdote.

Este santo sintió el llamado para servir a Dios desde muy temprano. Sus dotes como barbero y sus experiencias en la curación fueron el mejor medio para que sintiera atracción por entregarse a Dios.

El Padre Ángel señala que San Martín fue un místico y que tuvo vivencias profundas de relación con nuestro Señor, y que lo más grande fueron sus servicios, sus muestras de caridad al pueblo, al que sufría, al desamparado; y éste es el modelo que debemos rescatar para la jornada que vamos a vivir.

Como país sede y lugar de encuentro tenemos también la misión de ser caritativos, de brindar lo mejor de nosotros a quienes nos visitan. A ejemplo de San Martín, debemos mostrar nuestra mejor cara, ser serviciales, dar amor sin importar lo malo.

Porque recalca el Padre Ángel, que San Martín también sufrió; le tocó cargar la cruz de la humillación, del desprecio y de la discriminación a causa de su color de piel, a causa de ser mulato. Sin embargo, eso no impidió que cumpliera su misión y que nos dejara una gran lección, pues a  pesar de que a veces seamos maltratados o despreciados por cosas sin sentido, nuestro llamado siempre debe ser a brindar amor.