El Vicariato apostólico de Darién es muy diverso; en él existen comunidades muy diferentes unas de otras, y esta gran diversidad también se nota en la vivencia y el caminar de la iglesia darienita. El Padre Gustavo Rivas, es el encargado de la zona misionera de El Real de Santa María, y junto a las Hijas de María Auxiliadora, acompaña y anima la fe y la vida de los pueblos afro, indígenas y campesinos de esta región.
Mediante visitas misioneras que se realizan de lunes a jueves, el Padre Gustavo, lleva la Palabra a las comunidades de Yape, Capeti, Boca de Cupe, Bajo Lepe, Mi pueblito, y en todas ellas se celebra la Eucaristía, se visita a los enfermos, se realiza la catequesis con los niños, y se anima a los niños de la infancia misionera.
Sin embargo, el gran apostolado del sacerdote misionero en el Darién, es la tarea de mantener viva la llama de la esperanza en medio de las dificultades que sufren estos pueblos.
Aunque la mayoría de las comunidades tienen poca cantidad de habitantes, las distancias son muy grandes y en verano el caudal de los ríos baja considerablemente, haciendo difícil la navegación, pero el espíritu misionero de los consagrados, es esperanzador, y sobre todo lleno de fe.