La liturgia nos invita a repetir una confesión inolvidable: “El Señor es mi pastor, nada me falta”, (Sal 22). Hoy la carta a los Efesios proclama que Dios ha derribado los muros que nos separaban, (Ef 2,13-18). José-Román Flecha Andrés “¡Ay de los pastores que dispersan y dejan que se pierdan las ovejas de mi…