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Una caminata con antorchas

Una caminata con antorchas

Con mucha alegría, los jóvenes de las zonas pastorales de la  diócesis realiza-ron una caminata con antorchas por las calles de sus comunidades, como signo de comunión por el día de Oración por la JMJ Panamá 2019,  el pasado domingo 22 de abril. 

Con cantos, gritos de júbilo, pancartas y  banderas,  motivaron a los ciudadanos a ser parte de esta gran fiesta de la juventud, recordándoles que todavía están a tiempo para inscribirse como familias de acogida,  activarse como voluntarios e inscribirse para vivir la experiencia de peregrinos en la JMJ. 

En la caminata se contó con la participación del P. Martin O’Reilly, Capellán de la Pastoral Juvenil y del Ministerio de Jóvenes Adultos de la Diócesis de Trenton en New Jersey, Estados Unidos, quien con el P. Jorge Bedoya, Asesor de los Jóvenes de Trenton, visitaron la Oficina Diocesana JMJ, con el interés de conocer más a fondo la organización diocesana, el programa para los Días en la Diócesis y coordinar la acogida de sus jóvenes durante la pre jornada de Colón.

El P. Reilly compartió ideas para mantener a los jóvenes animados,  e incentivó a que mantengamos las ganas de hacer posible la inscripción de jóvenes locales en la JMJ Panamá 2019.

Los síntomas del llamado que hace Jesús

La pastoral vocacional de la diócesis sigue animando a los jóvenes, de acuerdo al  plan de discernimiento vocacional con inquietud a la vida sacerdotal, realizando el taller correspondiente a la ca-pilla Virgen de Guadalupe, de  Los Lagos, Nueva Italia.

En esta oportunidad, el tema central fue “Los síntomas del llamado que hace Jesús”. Se realizó la eucaristía pidiendo por el aumento de las vocaciones a la vida sacerdotal, y se realizó  un taller donde dialogaban sobre su propia inquietud y un ejemplo de vocación que se le entregó para que analizaran; y luego compartieron el almuerzo para finalizar la actividad. 

Es bueno recordar que Jesús el Buen Pastor necesita trabajadores en sus cam-pos, por eso pedimos que sigan orando por las vocaciones y surjan de nuestras propias comunidades hombres y mujeres capaces de aventurarse en el caminar del Señor.

Nadie viene a la vida sin que Dios haya pensado en él, y para cada uno de nosotros, Dios tiene un proyecto de vida: nos llama a ser alguien único y distinto a todas las demás personas.