Una ventana entre la vida y la Biblia Lectura orante o lectio divina

Una ventana entre la vida y la Biblia  Lectura orante o lectio divina

A este método se lo llama así porque la lectura bíblica se hace en un ambiente de oración. No se trata de analizar el texto con curiosidad intelectual, sino con el deseo de encontrarse con Dios.

Para entender su procedimiento recurrimos a la imagen de una espiral o resorte, porque esta lectura va ahondando en la reflexión del texto leído y nos va acercando cada vez más a Dios y a los hermanos.

Pasos del método

La lectura en oración debe hacerse en una capilla o lugar privado. Cada paso puede ser acompañado de gestos corporales significativos.

  1. Escoger un texto bíblico y leerlo (de pie).  Este paso nos lleva a apropiarnos del texto bíblico; por eso, su lectura debe ser hecha varias veces. Se requiere una actitud de atención, de respeto, de silencio y de apertura a la Palabra.
  1. Meditar (en una posición corporal cómoda. Cerramos los ojos). Se trata de “rumiar” el texto, de dialogar con él. Mentalmente repasamos el texto, sus escenas, las palabras, los gestos y las acciones de los personajes.  ¿Qué me dice el texto hoy?
  1. Orar (de rodillas u otra posición de oración). Este paso nos lleva a alabar, a agradecer y a suplicar a Dios. En los dos primeros pasos hemos escuchado lo que Dios tenía que decirnos; ahora es el momento de expresarle lo que tenemos dentro de nuestro corazón (inquietudes, dificultades, alegrías y esperanzas) ¿qué tengo que decirle a Dios?
  2. Contemplar (en una posición corporal cómoda). Es el ejercicio que nos lleva a renovar nuestros ojos, nuestro corazón y nuestras manos, para mirar con los mismos ojos de Jesús, para tener los mismos sentimientos de él y para actuar como él.

Encuentro personal e íntimo con Dios

¿Qué dice el texto?  Necesitamos leer repetidamente, respetando y situando el texto en el conjunto de la Sagrada Escritura y su mensaje;

¿Qué me dice el texto?  Es una lectura incansable, rumiando y murmurando el texto. Nos ayuda a clarificar lo que Dios quiere de nosotros;

¿Qué me hace decir el texto a Dios?  En la fidelidad del encuentro, suplicamos, alabamos, damos gracias, pedimos perdón;

La contemplación. Es lo que nos queda en el corazón después que la oración ha terminado.  Punto de llegada y de partida para un nuevo comienzo.

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL

“CHRISTUS VIVIT”

 (179-186)

JÓVENES CON RAÍCES

Es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que le ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra.  Es fácil “volarse” cuando no hay desde donde agarrarse, de donde sujetarse.

Si alguien les hace esta propuesta: que ignoren su historia, que desprecien todo lo pasado y sólo miren el futuro que él les ofrece ¿no creen que es una forma fácil de atraparlos para que hagan lo que él les dice?

Así funcionan las ideologías de distintos colores, que destruyen todo lo que sea diferente y así pueden reinar sin oposiciones.  Los manipuladores disponen de recursos, como lo es una adoración de la juventud, como si lo no joven sea detestable y caduco.

Queridos jóvenes, dice el Papa, no acepten que usen su juventud para fomentar una vida superficial, que confunde la belleza con la apariencia.

Por eso, en un mensaje a los jóvenes indígenas reunidos en Panamá, los exhortó a “hacerse cargo de sus raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.

Lectio Divina

(Mt 18,15-20)

CONTENIDO: (167)

Leer:

Jesús enseña a los discípulos cómo corregir fraternalmente a alguien que esté pecando, y les dio el itinerario pedagógico de la correccion fraterna:  reprensión secreta, reprensión privada ante testigos bien formados y denuncia pública ante la autoridad constituida en la Iglesia.

Así concluye Jesús:  “Yo os aseguro:  todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra, quedará desatado en el cielo”.

Meditar: 

En este texto Jesús da a la comunidad el poder de perdonar a quien manifiesta un comportamiento contrario a las normas.

Y yo me cuestiono:  ¿creo que la misericordia de Dios es mayor que todas las flaquezas y condicionamientos humanos?  Como discípulo ¿pido en la oración la gracia de saber practicar la corrección fraterna?

Orar:

Señor, que nuestra corrección a quien infringe las normas, sólo esté motivada por el amor y la caridad.

Contemplar:

Corregir siempre con amor y no con el ánimo de hacer daño ni creer que soy superior a los demás.

PARA REFLEXIONAR

CONTENIDO:  (45)

Reflexiona en los siguientes temas:

Te invitamos a practicar de manera frecuente la lectura orante de la Biblia.

¿Orientas a los jóvenes de tu entorno a respetar y cuidar sus raíces culturales y religiosas?

¿Practicas la corrección fraterna cuando es necesario corregir a algún hermano que está fallando?