Es un día de fiesta relacionado con la propia identidad chitreana, que va más allá de las mismas celebraciones religiosas y se manifiesta en una serie de actividades que resaltan las costumbres locales, el folclor, las tradiciones y la historia de todo el pueblo.
Las autoridades locales han tomado conciencia de la importancia de estas fiestas patronales para reforzar los vínculos sociales de la ciudadanía, que encuentra en su origen y sus tradiciones un punto de unidad e identidad.
Sin embargo, existe el peligro de que el aspecto exterior, que también tiene su importancia, prevalezca sobre las motivaciones que inspiran la fiesta, y todo puede terminar en desfiles, bailes, conciertos y ceremonias trasformando la fiesta en una máscara del vacío existencial que se va apoderando de nuestra sociedad, y sobre todo de las nuevas generaciones.
Movido por estas preocupaciones pastorales, el Padre José Héctor Gonzáles, así como los demás sacerdotes, que cada noche presidieron la celebración eucarística insistieron durante todos los días de la novena, sobre la importancia de un proceso interior de transformación y de crecimiento espiritual, involucrando a toda la comunidad y en especial a todos los grupos parroquiales, para que dirijan su mirada hacia el interior de sí mismos, antes de pensar en la organización de cualquiera actividad para esta fiesta.