Noviembre abarca la mayoría de efemérides que dan cuenta de la identidad panameña, motivo por el cual es llamado “Mes de la Patria. Sin embargo, existen ciudadanos sin patria: condenados a vivir sin derechos.
Según las Naciones Unidas, un apátrida es “cualquier persona a la que ningún Estado considera destinataria de la aplicación de su legislación”. Esta situación puede suceder cuando una persona pierde su nacionalidad, al desaparecer su país de origen, o cuando un Estado deja de reconocerla Cuando uno no tiene documentación, no tiene residencia, no puede trabajar ni acceder a los servicios básicos. Una condición que se trasmite de padres a hijos.
ACNUR explica que “uno de los problemas que podría surgir en estos momentos por los desplazamientos tan fuertes es que haya niños que se queden apátridas, por la falta de registros de sus nacimientos y porque las dificultades burocráticas se suman a las desigualdades ante la Ley”.
La vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas explica que “las mujeres sirias y de muchos países musulmanes sufren una discriminación clarísima porque no pueden trasmitir su nacionalidad a sus hijos. En este periplo de exilio quedan desprotegidas, pero mucho más los hijos menores a los que se les negarían derechos fundamentales”.
