Fieles de distintas parroquias de la Arquidiócesis de Panamá, junto a presbíteros y religiosas, se congregaron en la Catedral Basílica Santa María La Antigua para dar el último adiós al padre Juan Rooney.
Por Marianne Colmenárez
La celebración de las exequias del sacerdote Juan Thomas Rooney estuvo presidida por el Arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, y concelebrada por el cardenal José Luis Lacunza y monseñor Rafael Valdivieso, obispo de Chitré y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña.
En su homilía, monseñor Ulloa resaltó que, aunque humanamente el dolor es inevitable, la fe permite vivir este momento con esperanza.

Destacó la fortaleza espiritual del padre Rooney en sus últimos años, señalando que su sufrimiento fue asumido como preparación para su encuentro definitivo con Dios. «Sus últimos años, marcados por la enfermedad, fueron testimonio de fe. Vivió su dolor con serenidad y confianza en la promesa de la vida eterna».
Recordando su incansable labor pastoral, mencionó que su ministerio lo llevó a recorrer comunidades tanto rurales como urbanas, desde La Chorrera hasta San Miguel de Calidonia. En muchos momentos, tuvo la responsabilidad de atender dos o tres parroquias simultáneamente, siempre con un corazón dispuesto al servicio.
Su amor a Jesucristo y su opción preferencial por los pobres marcaron su vocación, la humildad y obediencia fueron rasgos distintivos de su vida sacerdotal, así como su profunda pasión por la evangelización a través de los medios de comunicación.
Fue el fundador y primer director pastoral de Panorama Católico, el semanario arquidiocesano que nació en 1985, impulsado por la visión de monseñor McGrath y sacerdotes comprometidos con la difusión del Evangelio.

Un sacerdote fiel hasta el final
Monseñor Ulloa agradeció la presencia de sacerdotes y fieles, mencionando especialmente al padre Manuel Villarreal, las parroquias San Juan Evangelista, Santa Marta, Cristo Rey y la Fundación Nueva Vida, quienes le cuidaron con dedicación en sus últimos años, asegurando que el padre Juan nunca dejó de servir y que su vida fue una entrega incondicional al Evangelio.
Densil Pérez, sacerdote y amigo de Juan Rooney, recordó que fueron compañeros de estudio en España y que su amistad se fortaleció a lo largo de los años. Expresó que se visitaban en sus parroquias y compartían la misma vocación, y aunque hoy le toca despedirlo, tiene la certeza de que ya no sufre y que por su dedicación a la Iglesia en Panamá en Señor le recibe en su reino.
Marcelino Reyna, quien lo acompañó en su enfermedad, expresó que el padre Juan nunca soltó la mano de Jesús ni de María. Siempre fue un hombre alegre y fiel al Evangelio hasta el final.
Un legado de fe y evangelización
Betzayda Tolier, directora de Panorama Católico, resaltó el sentido trascendental de su partida, asegurando que el paso a la Vida Eterna del padre Juan Rooney es más que el fin de una existencia terrenal, pues representa el culmen de su entrega a Dios y a los más pobres. Agregó que su legado evangelizador sigue vivo en quienes trabajan en este medio.
Gregorio Herrera, del equipo fundador de Panorama Católico, destacó el impacto espiritual del padre Rooney en su vida. «El padre Juan se convirtió en un mentor y apoyo incondicional. Fue él quien me buscó para colaborar en la creación de un periódico para la iglesia católica panameña, que en 1985 tomó el nombre de Panorama Católico. Su influencia no solo marcó mi camino en la fe, sino que fue el hilo que tejió mi existencia humana, guiándome con sabiduría y dedicación a lo largo de los años».
Manuelita Núñez, quien también lo acompañó en la fundación del semanario arquidiocesano, afirmó que el padre Juan fue un verdadero pastor. Subrayó que su acompañamiento espiritual dejó una huella imborrable en su vida y en la de muchos otros, y que su ejemplo de fe y amor a la Iglesia seguirá iluminándolos.

Un alma misionera que dejó huella
Desde temprana edad, el joven irlandés Juan Rooney manifestó su deseo de consagrarse al servicio de Dios. Ingresó a la Orden de los Hermanos de San Juan de Dios en Irlanda, donde desarrolló su vocación. Posteriormente, estudió Teología en la Universidad de Salamanca y, tras conocer al arzobispo Marcos Gregorio McGrath, llegó a Panamá con la intención de quedarse un año.
Sin embargo, Dios tenía otros planes. Fue ordenado sacerdote el 17 de agosto de 1974 y dedicó su vida entera a la misión pastoral. Sirvió en parroquias de La Chorrera, San Carlos, Río Hato, Chepo, Chimán, Veracruz, Alto Bayano, Ciudad Radial, Cerro Azul, San Martín en Pacora, Las Mañanitas, Nuevo Belén, San Miguel de Calidonia, Brisas del Golf y Cerro Viento.
Fue fundador de Panorama Católico, convencido de que la comunicación es una herramienta de evangelización. Su amor por los más necesitados marcó su ministerio, animando a las familias a compartir con quienes menos tienen.
Hoy, la Iglesia panameña despide a un pastor incansable, con la certeza de que su vida ha dado mucho fruto y su legado seguirá vivo en la fe de quienes lo conocieron. Que el Señor lo reciba en su morada eterna. ¡Descansa en paz, padre Juan Rooney!