El Movimiento Juvenil Salesiano no descansa en la formación de jóvenes líderes, que bajo este carisma se dejen enamorar por el amor de Dios.
Por Karla Díaz
El Grupo Juvenil Don Bosco y el Grupo Juvenil María Auxiliadora, quienes comparten el carisma salesiano, convivieron en un taller bajo el lema: “El Desierto Espiritual, Camino de Purificación, Reconciliación y Encuentro con Dios”.
El objetivo de esta actividad fue comprender cómo el desierto es un lugar de purificación, renuncia y encuentro con Dios, viviendo la reconciliación como medio para renovar su relación con Él y con los demás, experimentando la gracia transformadora del perdón y la conversión.
En el taller participaron más de 15 jóvenes, quienes vivieron una experiencia de reflexión y renovación, sobre todo en este tiempo especial de Cuaresma.

Bajo el mismo carisma
La preparación del encuentro fue especial, ya que se unificaron ambos grupos juveniles para recalcarles ese desierto el cual Jesús recorrió y en el cual fue tentado por Satanás.
Así lo destacó Eyda Franco, una de las jóvenes responsables del taller, quien agregó que todo se hizo de manera dinámica para que los muchachos y las chicas descubrieran que cada uno tiene un desierto interior con sus luchas, dificultades, tentaciones, tristezas y con muchos combates, que a veces prefieren callar y no comentar con nadie.
“El taller fue enfocado en que ellos exploraran su interior a través de dinámicas muy personales; luego se realizó un trabajo en equipo, se dividieron en 4 grupos y cada uno escuchó las realidades de sus desiertos”, dijo la joven.
Para Eyda fue muy emocionante porque no esperaba que los chicos se abrieran tanto al expresar lo que sentían en su interior, situación que comentó con Emily Miranda del grupo María Auxiliadora, quien le acompañó en la preparación y desarrollo del tema.
Encuentro con Dios
Luego de ese momento especial, donde abrieron sus corazones, hablaron sobre la reconciliación que propicia un encuentro con Dios. Se les explicó que en ese mismo desierto todo puede cambiar.
“Les entregamos un corazón en donde escribieron cosas negativas y positivas de cada uno. Luego rompieron el corazón, para darse cuenta de que antes de la reconciliación siempre lo tenemos así, lastimado, herido, pero cuando recibimos el perdón de Dios y le entregamos nuestros pesares y culpas, nos renovamos”, dijo Eyda.
Agregó que, pasado este momento, se les entregó un corazón nuevo, que simbolizó cómo queda nuestro corazón después de recibir el sacramento de la reconciliación y después de habernos entregado al encuentro con Dios.
Fue sin duda una jornada enriquecedora, diseñada para que los jóvenes aprendieran sobre la vida de Jesús, trayéndolo a su realidad, teniendo siempre presente la importancia del sacramento de la confesión.
Opiniones
Johann´s Villar
Grupo Juvenil Don Bosco
Compartimos una formación profunda, espiritual y motivadora acerca de nuestro desierto, con énfasis en la reconciliación.
César Castillo
Grupo María Auxiliadora
Estamos en un mundo lleno de dificultades y tentaciones, pero debemos afrontarlas con valentía para tener una vida espiritual plena.
Eyda Franco
Grupo Juvenil Don Bosco
Junto a Emily me siento feliz de lo que logramos con los muchachos y de todo lo que aprendimos en comunidad.