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Iglesia de Gaza, refugio de fe y esperanza en medio de la guerra

Iglesia de Gaza, refugio de fe y esperanza en medio de la guerra

Mientras los ataques  israelíes continúan sacudiendo Gaza, la iglesia católica de la Sagrada Familia se convierte en un refugio para unas 600 personas de distintas confesiones. El Patriarca Latino y el Vaticano insisten en su  llamado a detener la violencia y proteger a los civiles.

La ciudad de Gaza permanece bajo conmoción mientras los ataques aéreos israelíes golpean varios barrios y la violencia se intensifica.

En este escenario, la iglesia católica de la Sagrada Familia, ubicada en el barrio de al-Zeitoun, ha pasado de ser únicamente un centro espiritual a convertirse también en refugio, albergando a unas 600 personas de familias cristianas y musulmanas. Allí, pese al estruendo de los proyectiles, encuentran un espacio de calma.

Adoración eucarística en la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, oficiada por el P. Gabriel Romanelli

En un reportaje de Aciprensa detallan que en el mismo barrio se levanta la histórica iglesia ortodoxa de San Porfirio, con siglos de presencia en el territorio. Aunque acoge a un número menor de refugiados, sigue siendo signo de resistencia y fe.

La mayoría de los acogidos en la Sagrada Familia pertenecen a la comunidad ortodoxa, más numerosa que la católica, lo que ha permitido disponer de más recursos para los desplazados.

En medio de la devastación, la iglesia sigue siendo faro de esperanza para cristianos y musulmanes.

El Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, advirtió que una nueva ola de violencia “solo traerá más destrucción y sufrimiento”, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para frenar la guerra y proteger a los civiles.

Estos pedidos coinciden con la postura de la Santa Sede, donde el Papa León XIV y el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, reiteran la necesidad de respetar a la población civil y garantizar el acceso de ayuda humanitaria, especialmente hacia las comunidades cristianas de la zona.

Mientras la guerra se prolonga y la comunidad cristiana en Gaza se reduce cada vez más, crece la preocupación por el colapso de la infraestructura y el deterioro de las condiciones humanitarias. Sin embargo, en medio de la oscuridad, la iglesia se mantiene como testigo del sufrimiento y faro de esperanza.