Caminaron juntos hacia la Catedral Basílica Santa María La Antigua para honrar su misión y recibir la gracia del Jubileo.
Por Marianne Colmenárez
Cientos de catequistas de la Arquidiócesis de Panamá celebraron este domingo 21 de septiembre el Día del Catequista en el marco del Jubileo Ordinario. La jornada estuvo marcada por la oración, la fraternidad y la alegría de servir.
Desde tempranas horas, los grupos organizados por zonas pastorales llegaron en peregrinación desde diferentes plazas del Casco Antiguo, identificados por colores y acompañados de cantos y oraciones que llenaron de entusiasmo el peregrinaje.

El resonar del Shofar, a cargo del padre Israel Ramos, director de la sección de catequesis, abrió paso al ingreso a la Catedral Basílica Santa María La Antigua.
Antes de la celebración eucarística, los catequistas participaron en charlas de formación a cargo de la hermana dominica de la Presentación, Rosmery Castañeda y el sacerdote salesiano David Panezo, enfocadas en la vocación y el compromiso misionero.
En su homilía, Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá recordó que el catequista no es un maestro, sino el primer rostro de la Iglesia que presenta a Jesús como amigo.

Les exhortó a “sembrar con paciencia, regar con oración y esperar con esperanza, esa es la clave de la catequesis”, recordando que la misión consiste en preparar los corazones para que la Palabra de Dios dé frutos.
Monseñor Ulloa agradeció su servicio en comunidades alejadas y resaltó que los catequistas son memoria viva de la Iglesia.
La nota completa en nuestra edición impresa que circula el próximo domingo 28 de septiembre.
