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Contra el amor a las riquezas

Contra el amor a las riquezas

Esta parábola(Lc,16,14-31) nos presenta dos personajes, un hombre rico, que disfruta de banquetes con sus amigos diariamente y un hombre pobre, enfermo, tirado en la puerta del rico, los perros le lamen las heridas, mientras espera poder alimentarse de las migajas que caen de la mesa del rico. El pobre muere y va al seno de Abrahán, es decir junto a Dios. Muere el rico es enterrado.
En el relato juegan un papel fundamental: los personajes: rico y pobre; el tiempo; la vida y la muerte; y el espacio: el seno de Abraham y el infierno. Aquí se describe el contraste, entre dos hombres, por un lado riqueza, buen vestir y por otro lado el hambre y pobreza extrema. Se deja claramente marcada, la despreocupación por parte del rico, con respecto al pobre que se encuentra en su puerta. Los destinatarios de la parábola son, los fariseos. Su amor por las riquezas no los deja ver, la necesidad del que sufre.
El relato tiene dos partes: la primera la encontramos en los vv.19-21, que se sitúa, mientras los dos personajes están vivos; la segunda, cuando ya han muerto, ocupa los versos 23-31.
Entre una y otra, el v.22 describe el paso, de la vida a la muerte, el rico es llevado por sus amigos a la sepultura y de la sepultura al infierno; el pobre, que no se dice que recibiera sepultura, es conducido al seno de Abraham por los ángeles. El pobre banquetea con la vida en el cielo. El rico sufre en el infierno. El rico, que banqueteaba diariamente, es excluido del banquete del Reino.