Desde la elección del Papa Francis- co, hace siete años, se han multiplicado los gestos y las acciones que ponen en evidencia la necesidad, de una iglesia más justa y fraterna. Para él, la parroquia es un tema central en la exhortación Evangelii Gaudium: “la casa de Jesús es la gente, por la tanto no debe perder ese contacto, debe permanecer en los hogares y con la vida del pueblo y no convertirse en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. ( EG 28).
Él ha querido presentarse y actuar más como pastor que como líder, por eso su cercanía con la gente y esa humildad que lo caracteriza, es lo que muchos feligreses han querido imitar en este recorrido de Francisco y demostrar cariño, humildad y simplicidad.
Un pueblo que expresa su sentir de este recorrido
Para Leonora Muñoz, laica com- prometida y cursillista, expresa que “los feligreses sí hemos ido cambiando para seguir los pasos del Papa Francisco. Porque… cómo ser buena cristiana, si no incrementamos tan sabias acciones como tener una Iglesia “pobre para los pobres” y Él nos da el ejemplo por delante: cuando abrió en el Vaticano duchas, peluquería y entrega de ropa limpia, para los más necesitados, sólo quería decir, con ese hecho de amor a los más desprovistos, que el Señor, nuestro Dios, no olvida a sus hijos más necesitados. Este es un verdadero Pastor, que ama y guía al resto de sus ovejas a imitarlo y no olvidar que por nosotros murió Cristo. Y como decimos los Cursillistas: “Nos Salvamos en Racimo”.
El padre Rafael Olmos, agustino recolectó que sirve en la diócesis de David, expresó que, tres de los aportes de su Santidad han sido: Proceso de renovación en todos los niveles de la Iglesia para responder con mayor transparencia y fidelidad al evangelio, cuidado y atención pastoral con un trato más humano y cercano, desde lo teórico y práctico y Testimonio y liderazgo a nivel mundial.
Señala el sacerdote, que una vez el Papa termine su pontificado, mu- chas serán las enseñanzas que que- darán fortalecidas en los cristianos y esta es: “la fe en Jesucristo, vivida en una iglesia fiel al evangelio, honesta, transparente y testimonial”.
Una fe que propone, que no se impone
Francisco ha marcado con su pontificado, el amor a su prójimo vis- to desde diferentes perspectivas, como la integración real de la mujer en el mundo y la lucha incansable contra el abuso de ella. La vocación por ayudar a todos los seres humanos desvalidos de esta tierra; ese
apoyo espiritual desinteresado por los cristianos perseguidos, Él es el oasis maravilloso en el camino de la vida. Que ha ido facilitando la evangelización; incorporando sabiamente a los medios de comunicación. Donde la conexión que ha establecido la ha puesto como ejemplo al relacionarse con líderes de otras latitudes, en favor de ese ser humano hijo de Dios, sin poner ataduras de fronteras, lo hace un líder espiritual. Porque su comunicación se da con palabras sencillas, amigables y que salen de un corazón lleno de amor. Lo que más le llama la atención, al padre Olmos, de la personalidad del Santo es “su liderazgo y espíritu de lucha.