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Cada vez más mujeres experimentan dificultades para concebir un hijo

Cada vez más mujeres experimentan dificultades para concebir un hijo

Cuando una pareja experimenta dificultades para concebir un hijo, la frustración provoca que ese bebé que han soñado se convierta en diversos procesos psicológicos y emocionales que impactan en ellos y en familiares cercanos.

Las atribuciones sociales de esta “infecundidad” afectan los procesos emocionales del matrimonio, e influyen de manera negativa en la autoestima y estado de ánimo de la pareja.

Antes de recibir el diagnóstico, la pareja ya ha experimentado una serie de ciclos de esperanza y desesperanza, asociados a varios intentos y fracasos de concepción.

El momento indicado para tener hijos va de la mano de la edad, pero los tiempos modernos llevan a posponer esa decisión por muchas razones…

¿Por qué cada día está costando más a las mujeres quedar embarazadas? Para el Dr. Carlos Poveda, Jefe del Departamento Salud Sexual y Reproductiva del Instituto Conmemorativo Gorgas y Estudios de la Salud, “Cada día las mujeres quieren tener los hijos más tarde. Hace tres décadas las mujeres empezaban a tener los hijos a los 20 años; ahora al tener más tiempo posponiéndola, tienen más posibilidad que se presenten situaciones tales como: endometriosis, fibroma, problemas hormonales, adherencias, entre otros”.

Y añade: “Cada día hay una postergación de la maternidad, ya sea porque la paciente no tenga pareja, o quieren estudiar, quieren su casa, su carro, y piensan que tiene la gestación asegurada”.

Además, otros factores influyen en no poder quedar embarazada. Por ejemplo: ovarios poliquísticos, mujeres con problemas de ovulación y la obesidad.

El derecho a conocer 

La enfermera pediatra Catalina Benalcázar, quien labora en la Provincia de los Santos y es la Coordinadora del Servicio de Planificación familiar de la Diócesis de Chitré, nos da otra mirada de esperanza, y habla del método Billings, que es una forma natural de planificar la familia.

Cualquier mujer, según su condición social, grado de instrucción, raza, etc., está en capacidad de aprender y aplicar el método.

La Iglesia Católica no tiene objeciones para el uso de este método, tanto para obtener los hijos deseados como para espaciar los nacimientos.

El Método de Ovulación Billings no es el conocido “ritmo”.

 Más bien consiste en el reconocimiento tanto de los patrones de fertilidad del moco cervical, como los patrones de infertilidad.

Este Método fue creado por los Doctores John y Evelyn Billings en colaboración con el Dr. James B. Brown, quien estudió las correlaciones hormonales que corroboraron que el moco cervical es un indicador confiable de la ovulación.

El éxito de la aplicación de Billings depende de: enseñarlo bien, aprenderlo bien y usarlo bien. Hay que estar muy claro en esto: la responsabilidad del instructor termina cuando lo enseña y le da seguimiento a la pareja, así como orientación, siempre que sea solicitada. Eso sí, el Método Billings respeta la libertad de la pareja; “son los esposos quienes han de tomar la decisión de tener una relación sexual o no en los días fértiles”, nos explica Benalcázar.

El Método Billings es infalible, porque al no permitirse relaciones en la etapa fértil del ciclo, no puede producirse un embarazo.

Esta es la razón que hace concluir a la Organización Mundial de la Salud que el Método tiene 99% de efectividad, si se cumple con las reglas recomendadas. Una decisión de dos Alfredo y Karina Obaldía Iglesias tienen 18 años de casados, 4 hijos: Andrea de 18 años, Adriana de 10, Ania de 7 y Adrian de 5. Ellos decidieron planificar sus hijos de manera natural. Karina nos cuenta que “al principio la decisión de cuidarse sin anticonceptivos fue mía, y después de algunas conversaciones Alfredo me apoyó. En ninguna de mis cesáreas pude operarme por temas de complicaciones y salud”. Sus hijos han llegado a sus vidas en el momento que Dios lo ha propuesto.

Ella cuenta que “en mi tercera cesárea de urgencia no me realizaron el salpin porque no existía el documento de consentimiento firmado y mi ginecólogo no estaría en Panamá. Su esposo no aparecía en el salón y el documento nuevo nunca pudo ser firmado por ambos. Este matrimonio recomiendan que “siempre las decisiones se deben conversar y analizar para no tener luego discusiones o malos entendidos”.

Además, cuentan que como familia aprenden día a día a ser padres. Reafirman que ningún hijo es igual al otro, y de la mano de Dios toman la mejor decisión para educarlos.

Enfrentarse a la infertilidad puede fortalecer la relación si se afronta de manera correcta y dependiendo de cómo maneje la pareja la situación y buscar alternativas.

Ante el diagnóstico de no poder tener hijos, hay que evitar señalar al otro como el causante de la situación porque solo va a perjudicar la relación.