Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II: “Un recorrido lleno de misericordia”

Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II: “Un recorrido lleno de misericordia”

Cada día, el voluntariado y personal del Centro San Juan Pablo II salen como el Buen Samaritano en busca de esas personas que su hogar es la calle para atender sus necesidades y dar consuelo en momentos difíciles.

Julia González Mojica

La Iglesia con olor a periferias, así es la Iglesia universal, parten al encuentro del necesitado, con equipos de respuesta rápidas al rescate de adultos en las calles. Con esta iniciativa, sale a diario el Centro San Juan Pablo II, inspirados en las palabras del Papa Francisco, cuando expresó delante de miles de periodistas de todo el mundo, tres días después de ser elegido, lo siguiente: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”.

Tu generosidad cuenta
Las personas que quieren ayudar pueden hacerlo a la cuenta de Banco General, Nº 03-79-01-1154-29-8, bajo este nombre: Iglesia Católica-Arquidiócesis de Panamá-Centro de Atención San Juan Pablo II.

Una misión a tiempo completo

Todos los días, no importa el horario, un grupo  compuesto, en su gran mayoría, por personas recuperadas, además de algunos profesionales o estudiantes de universidades que brindan el servicio social en el Centro San Juan Pablo II, salen al auxilio de los descartados de la sociedad.

“La realidad de salir al rescate es todos los días, nos reportan de personas, especialmente adultos mayores que viven en las paradas, que se encuentran en quioscos o en áreas apartadas de la ciudad. La mayoría son adultos entre las edades de 70  y 80 años”, explicó el director de la obra, el licenciado Ariel López.

CUIDADOS. Una vez se rescata a la persona, se conversa lo referente a sus necesidades médicas.

El albergue que tiene el centro es temporal, pero se está en busca de poder encontrar un lugar  para que ellos puedan descansar, un asilo u otro lugar que puedan recibirlos nos comentó López.

Según el protocolo de atención, una vez se rescata a la persona de la calle, se conversa lo referente a sus necesidades médicas, si padece alguna enfermedad, luego se le ofrece el hospedaje. Todo esto con el  objetivo de ayudarle en su situación médica, y que puedan recuperarse de alguna adicción si la tuviera o de algún tipo de enfermedad o trastornos de salud mental.

IGLESIA. Al encuentro del necesitado.

Muchos de los rescatados presentan deterioro en su salud, no solamente relacionado con droga.  Otros padecen esquizofrenia y no toman los medicamentos por andar en la calle. Algunos viven estas condiciones de abandono no porque su familia los ha abandonado y no los atienden, si no por la misma enfermedad que padecen.

Una luz de esperanza

Dentro de los profesionales que ayudan en el círculo psicoespiritual no hay profesionales, ya cuando se está adentro todos somos iguales, personas que necesitan ayuda. Ahí se entra y se dejan los títulos, afuera los reconocimientos. El señor Sergio es un terapeuta vivencial, ellos son aquellos que cumple más de un año  limpios y luego pasan a dirigir los círculos psico espiritual, con su testimonio orientan a las personas con diversas adicciones.

IGLESIA EN SALIDA. Al necesitado se le busca ahí donde se encuentra, sin distinción alguna.

Valor ante la adversidad

La llegada de la pandemia trajo incertidumbre para muchos centros que ayudan a personas sin hogares, pero para el centro San Juan Pablo II fue lo contrario, “para nosotros la pandemia ha sido una oportunidad de crecimiento, tenemos que aprender a ver en los problemas la superación ante la adversidad, tenemos que aprender a ver en eso que las personas llaman obstáculo, como oportunidades”, indicó Ariel López.

Actualmente, el Centro atiende habitantes de calle, en el área de Calidonia, entre 110 a 130 personas, y entre trabajadoras sexuales y otras personas que asisten hay casi 200 por semana. “Hemos hecho una suma de todo lo que nosotros atendemos, de los 4 centros, hay un total de casi  500 personas. Al albergue vienen muchas personas buscando ayuda de los programas que nosotros tenemos, pero solamente ingresamos las personas que son rescatadas de las calles”, según datos proporcionados por el director del Centro. Por el momento, el centro cuenta con un albergue, donde se puede dormir, actualmente hay 32 personas.

JÓVENES. La Iglesia sigue en acción, jóvenes participan del círculo psicoespiritual que ofrece la Arquidiócesis de Panamá

En una de sus homilías, el Papa Francisco, en la Casa Santa Marta, se sirvió de la parábola del Buen Samaritano para invitar a ser “cristianos sin miedo a mancharse las manos y las ropas cuando se acercan al prójimo”. Con este mensaje de su Santidad, el Centro San Juan Pablo II sale a diario ante el llamado de muchas personas que necesitan ayuda y consuelo ante tantas dificultades, que viven por su condición de habitantes de la calle. El centro sueña con retirar más personas de la calle, indico López.