Clave de vida cristiana: estar siempre disponible

Esta semana se nos invita a tener abierta la puerta del alma en todo momento. Sin excusas, sin condiciones, sin dobles agenda ni propósitos escondidos.

Habrá entre nosotros gente muy carismática, con amplios dones para el servicio y gran facilidad para expresarlos, por lo que se hacen notar.

Otras personas serán más calladas, con un perfil más bajo y poca capacidad para arrastrar a las masas.

Partamos por entender que, a unos y otros, Dios los ama de manera profunda y total, y para todos tiene un plan y un propósito.

Lo crucial es que, sin importar cuáles son nuestros talentos ni los rasgos de personalidad, hay que ponerlos al servicio del otro, empezando por la casa.

Palabra clave: disponibilidad. Algunos de nosotros valoran bastante sus “días libres” y vacaciones, su tiempo personal. Y así debe ser, siempre y cuando se haga desde las riquezas del servicio y el amor. Ver ese tiempo como un regalo de Dios, también nos puede ayudar a verlo como tesoro para servir a otros y no solo a sí mismo.

Evitemos encerrarnos en nuestro yo, en nuestras cosas y nuestra propia libertad, porque la convertimos en esclavitud.

Estar disponible es ser capaces de ceder ante los planes de Dios y sus pedidos. Puedo querer usar tal o cual fecha para un proyecto personal, pero el Señor tal vez nos necesite en otro lado, haciendo cosas que tal vez no nos llamen del todo la atención.

Aceptar este llamado, confiados y enamorados del Señor, es señal de que somos discípulos, y no tanto solo un o una creyente más. Pongamos atención de lo que quiere Dios, y avancemos.

¡Ánimo!