Muchos padres de familia hacen malabarismos para mantener equilibrio entre el trabajo y el cuidado de sus hijos, quienes también se han visto afectados por tanta noticia negativa sobre la situación del país.
Por Marianne Colmenárez
En plena hora de almuerzo, Julieta de 10 años preguntó a su mamá, que por qué un abuelito disparó a dos personas en una de las tantas protestas que se realizan en Panamá. Con angustia continúo advirtiendo a su madre que no saliera más de casa, porque era difícil saber quien podría tener un arma, con cara de tristeza confesó su temor de perderla.
Desde ese momento, Indira, la madre de Julieta, decidió tener un diálogo abierto, sincero y acorde a su edad, ya que había sentido en su hija preocupación y estrés por el futuro. Cada vez que le toca salir de casa, la niña pregunta el mínimo detalle de lo que hará su mamá.
“Entre tanto agite que vivimos a diario, no dedicamos un rato para conversar con nuestros hijos, es necesario hacerlo. Aunque estén en casa asistiendo a sus clases virtuales, los niños están expuestos a las noticias cargadas de violencia, la información puede provenir de la televisión, de las redes sociales, comentarios de sus compañeros o de los adultos que vivan en casa”, explica Indira.
Desde entonces, se ha tomado el tiempo de explicarle el origen de la actual crisis política, económica y social que vive Panamá. “Esto me dio la oportunidad de hablarle positivamente sobre el amor por la Casa Común, el amor a la patria y el por qué la gran mayoría rechazamos el contrato minero”, agregó.
Por su parte, Herson Rodríguez, padre de tres niños menores de 10 años, comenta que solo su hijo mayor hizo un par de preguntas sin mayor angustia, originadas por el cambio de la modalidad de sus clases. Sin embargo, señala que los padres deben tener la responsabilidad de explicar lo que está pasando, “es importante transmitir los valores cívicos a los muchachos, que entiendan que la vida social tiene esas dificultades y hay que atenderlas”, afirmó.
Comunicación y actitud asertiva
La psicóloga clínica Débora Urribarri explica que a los niños y adolescentes hay que ayudarlos a mantener la calma y a realizar actividades gratas dentro del hogar, sobre todo aquellas personas que estén en contacto con las zonas de mayor conflicto.
“Es fundamental que niños y adolescentes entiendan la situación que se vive en el país. Explicar lo que ocurre de una manera sencilla y lo más clara posible; de acuerdo a la edad y a su nivel de comprensión. Sin caer en escenarios de futuros catastróficos; no es necesario excederse con detalles inapropiados”, expresó.
Manifiesta que es importante comunicar qué es una crisis temporal, qué elementos como las limitaciones de movilidad y la virtualidad escolar van a pasar; que aunque son obstáculos que dificultan la ejecución de las tareas, no significa que no se puedan realizar.
Agrega que, en este proceso, como en cualquier otra situación, los niños son receptores de las angustias y expectativas de los adultos. Por ello, papá y mamá deben transmitir mensajes y actitudes que influirán de manera positiva en la confianza y optimismo del hijo.
