Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas

Quien reza no deja nunca el mundo a sus espaldas

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Si la oración no recoge las alegrías y los dolores, las esperanzas y las angustias de la humanidad, se convierte en una actividad “decorativa”, una actitud superficial, de teatro, una actitud intimista. Todos necesitamos interioridad: retirarnos en un espacio y en un tiempo dedicado a nuestra relación con Dios.…