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Con la mirada puesta en el humilde carpintero de Nazaret

Con la mirada puesta en el humilde carpintero de Nazaret

El custodio de Jesús no sólo personifica la dignidad del trabajador, sino que también es el patrono de las familias y sacerdotes. Su figura acompaña a quienes se forman en el Seminario Mayor San José.

 

Por Marianne Colmenárez

Aunque el Evangelio no recoge ninguna palabra emitida por el padre adoptivo de Jesús; la historia de la familia de Nazaret demuestra que José siendo un simple trabajador supo ser padre para el que fuera hombre y Dios, y esposo de la que alabamos como Reina de todo lo creado.

Sin llamar la atención hizo bien lo que tuvo que hacer, en silencio cuidó y protegió a su familia, como migrante trabajó muy duro la carpintería para proveer lo necesario a los suyos.

Por esta razón es el santo patrono de los trabajadores, fiesta instituida en 1955 por el Siervo de Dios, Papa Pío XII.

Asimismo, la figura del padre adoptivo de Jesús es patrono de la Iglesia universal, de la familia y ha estado también presente en la vida de esos jóvenes que deciden iniciar su formación como seminaristas.

Para el sacerdote Luis Núñez, rector del Seminario Mayor San José, el testimonio de este santo siempre ha estado presente en el propio itinerario formativo de los seminaristas.

 

“La vida sacerdotal la centramos en Cristo, es nuestro sumo y eterno sacerdote. Sin embargo, la figura de José nos enseña a servir al pueblo de Dios, a cuidar las vocaciones, acompañar y a defender la Iglesia”, afirmó.

 

Núñez recuerda con nostalgia y orgullo haber estudiado desde 1997 en esta casa de formación, fue ordenado en el año 2005 y desde el 10 de abril del 2021 ejerce como rector del Seminario.

Sobre esta misión señala que es una gran responsabilidad dirigir el lugar donde se forman los futuros sacerdotes de la Iglesia panameña; sin embargo, aclara que es el mismo Dios quien le ayuda a llevarla.

“Esto se logra solo si eres dócil en sus manos”, explica que tal como hizo San José es una especie de abandono en el Señor, abraza la voluntad divina con toda confianza.

 

Monseñor Rafael Valdivieso es parte del equipo de formadores del Seminario.

 

El valor que merece el Seminario

Según la reseña histórica del Seminario Mayor de San José, el siglo XXI inició con grandes expectativas. El Arzobispo de Panamá, Monseñor José Dimas Cedeño, confió la dirección del Seminario al presbítero Carlos Mejía, quien ejerció como rector desde el año 2001 hasta el 2011.

“Todos los seminarios en el mundo tienen un lugar preponderante; es la institución más relevante de una diócesis, de allí surgen todos los pastores que han de acompañar al pueblo de Dios”, destaca el sacerdote Mejía, hoy Vicario General de la Arquidiócesis de Panamá.

Con emoción comparte que, en diciembre de este año, cumplirá 40 años de ser ordenado como sacerdote. “Ha sido un caminar en la vida cristiana” reiteró.

“Del Seminario Mayor San José salí e hice mi experiencia que llamaría catecumenado, allí viví ese proceso de conocimiento del Señor y de mi Iglesia, también ese sentido que me ha hecho responsable con la misión que recibí”, dijo.

El padre Carlos insiste en la necesidad de que el pueblo panameño, sobre todo las nuevas generaciones, tengan mayor amor a la institución.

“Si el seminario es importante para una diócesis, lo debe ser para todo cristiano, para cada bautizado, quienes son los beneficiarios del buen desarrollo de la promoción vocacional”.

 

Además del compromiso académico tienen tiempo para ejercitarse.

 

Agrega, que las generaciones que ahora son adultos mayores tenían una mayor conciencia del valor del seminario, pero las nuevas generaciones muy poco.

“Cuando le preguntamos a un joven donde queda el Seminario Mayor San José, ni siquiera sabe responder. Nos falta a nosotros, los sacerdotes, promover, sensibilizar a los fieles sobre el valor del seminario”, señaló.

Mejía manifiesta que para cualquier sacerdote, el seminario tiene que jugar un rol importante en su vida. “Es la casa que los formó y acompañó en todo ese proceso de discernimiento, maduración, promoción de la vocación, no hay duda que es un lugar relevante”.

Agrega que en su parroquia insiste a los feligreses a que descubran el valor del seminario dentro de su participación como Iglesia. “Si la familia cristiana no tiene clara la idea de que también tienen una responsabilidad en su compromiso de fe, entonces son indiferentes a la institución”.

 

Padre Manuel Man junto a Monseñor José Domingo Ulloa.

Celebró bodas de plata

El padre Manuel Man Hernández celebró con gozo y agradecimiento sus 25 años de sacerdocio.

El sacerdote actual de la parroquia Santa María Madre de Dios, Don Bosco, hizo su primera profesión de votos el 18 de abril 1998.

“Siento un gozo desbordante al saber que Dios me ha mirado con ojos de misericordia. Gracias al Seminario Mayor San José pude desarrollarme en todas mis dimensiones de formación, es mi matriz y ha sido una bendición no solo para los sacerdotes sino para todo Panamá”, destacó.

El padre Manuel siempre busca recordar esos inicios, las direcciones espirituales, las celebraciones en las que recibió los sacramentos y el compartir con sus hermanos. “Es mi punto focal, cuando las cosas se ponen complicadas en la parroquia o en la pastoral vuelvo a preguntarme si volvería a vivir esta vocación, y eso me da fuerza para continuar”, indicó.