Hay misa todos los domingos y es la única capilla que mantiene todas las actividades litúrgicas. El 12 de agosto se cumplieron 40 años de aquel día en que la feligresía vio sudar el cuadro.
Por Elizabeth Muñoz de Lao
La religiosidad popular es la expresión de la búsqueda de Dios y de la fe cristiana en cada pueblo, de acuerdo con su idiosincrasia y su historia, según los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina.
Pablo VI escribió que es una “expresión particular de búsqueda de Dios y de la fe”.
Esa fe se manifestó, viva y fuerte, aquel 12 de agosto de 1984, alrededor de las 7:00 de la noche, cuando siete mujeres rezaban el rosario en la entonces capilla La Inmaculada, en Chigoré, distrito de Penonomé.
Ellas vieron que el cuadro del santo Cristo, colocado en la capilla, “sudaba” en el corazón.
Ese cuadro muestra a Jesús en las nubes con los brazos abiertos. Lo tocaron y observaron lo que parecían lágrimas y sudor en el corazón. Por eso, se le llama el “Cristo que llora y suda”.
Las mujeres gritaban “Cristo Rey se manifestó”. La comunidad acudió y veía el sudor, explicó la tesorera de la Comisión Religiosa de la capilla, Dina Quirós de Moreno.
La feligresía consideró un milagro lo que pasaba en el lugar. “Él hizo maravillas de sanación, gracias, y acudía gente de todos los lugares a la capilla”, que desde entonces se llamó Cristo Rey de Chigoré, señaló.
“Cada año, para esta fecha, arreglamos el cuadro y siguen llegando los peregrinos”, expresó.
“Era una capillita sencilla y se le hizo una nueva de tres vuelos”, añadió.
Testimonio
El padre Saúl Gaona trabajó más de 25 años en Penonomé y le correspondió oficiar misas en aquella pequeña capilla. Era impresionante la cantidad de fieles, dijo.
Él explicó que el padre Fernando Guardia Jaén (Q.E.P.D.) le informó que la Iglesia aceptó la celebración porque la fe de la gente humilde y su religiosidad permitió que, en esa comunidad, antes fría, se diera la conversión de familias enteras; se palpara una gran cantidad de personas del área que entregaron sus vidas a Cristo, y las áreas circunvecinas hicieran lo mismo.
El sacerdote, hoy párroco de San Juan Bautista de Antón, expresó que él puede dar testimonio de que algo ocurrió en Chigoré, que cambió a toda una comunidad. Sintió que algo bonito marcó y sigue marcando el corazón de su gente.
Celebraciones
Este año, celebraron las novenas del 3 al 11 de agosto, con la participación de las comunidades del área, coros, entidades y colegios. El 12 de agosto, se celebró la procesión, el santo rosario y la santa misa.