Cuando no es posible curar, siempre es posible cuidar

Cuando no es posible curar, siempre es posible cuidar

Si bien es cierto que hay un grupo de pastoral que anima y coordina, es tarea de todos ejercer la caridad hacia los débiles

Karla Díaz

La experiencia de José Salcedo, trabajando en la Pastoral de la Salud, ha sido gratificante. Recuerda cómo se organizaban para ir a visitar a los hermanos convalecientes de la comunidad para apoyarles y llevarles una voz de aliento; la visita a los asilos y la entrega de bolsas de comida a algunas personas sin hogar de la comunidad.

Aunque ya no pertenece al grupo, señala que son años de servicio en los que, junto a sus compañeros, lograron grandes cosas, pues, aunque eran pocos, trabajaban duro junto al sacerdote para cumplir con lo planificado para el año.

PADRE MARLO VERAR. Responsable de la Pastoral de la Salud Arquidiocesana.

“Ciertamente hablar de visitar a enfermos no es algo que todos quieren hacer, pero siempre hay un grupo de personas dispuestos a hacerlo. Para ello se necesitan las ganas y la vocación, además de la formación integral y espiritual”, dijo.

Al celebrarse hoy domingo 11 de febrero la  XXX Jornada Mundial del Enfermo, se recuerda la importancia de sensibilizar al pueblo de Dios, a las instituciones de salud católicas y a la sociedad civil sobre la importancia y la necesidad de asistir a nuestros hermanos enfermos y a quienes los cuidan.

Siempre ha sido prioridad para la Iglesia la atención del hermano sufriente y de quien lo acompaña

Y fue precisamente esa la intención del Papa  San Juan Pablo II, cuando viendo que en algunos países se celebraba de manera nacional, decidió presentarla de manera mundial, sabiendo la importancia que tiene para nuestra iglesia y sus comunidades parroquiales.

Sean misericordiosos, así como el Padre de ustedes es misericordioso”, es el lema escogido  para este año por su Santidad el Papa Francisco, quien en el mensaje reconoció que la Pastoral de la Salud es muy significativa por su servicio indispensable, y que debe ser una de las más beligerantes de la iglesia.

El Padre Marlo Verar, responsable de la Pastoral de la Salud a nivel Arquidiocesano, destaca las palabras de Francisco cuando dice en el mensaje, que la misericordia es el nombre de Dios por excelencia

“El Papa destaca: ¿Cuántas veces nos narra el evangelio, los encuentros de Jesús con personas que padecen enfermedades?  Y yo le agrego, dice el sacerdote, ¿qué serían los evangelios si le quitáramos la relación con los enfermos, con los marginados o con los que sufren?”, dijo.

FORMACIONES. Si Dios lo permite, pronto habrán cursos básicos de Pastoral de la Salud presencial.

Agrega que este mensaje debe ser eco del llamado a fortalecer la pastoral de la salud dentro de las parroquias, sobre todo por lo que nos ha tocado vivir en este tiempo duro de pandemia, en donde muchas familias han perdido seres queridos y no han podido despedirse, y muchos otros enfermos que, en una sala de cuidados intensivos, tuvieron que padecer solos y sin compañía de familiares, amigos o una voz que les alentara

“He aquí, pues, la importancia de contar con la presencia de testigos de la caridad de Dios que derramen sobre las heridas de los enfermos el aceite de la consolación y el vino de la esperanza, siguiendo el ejemplo de Jesús, misericordia del Padre”, dice el mensaje.

En cuanto a los planes para este año, el padre Marlo señala que la situación de pandemia que vivimos les ha limitado, pero que están considerando empezar con los cursos  básicos de Pastoral de la Salud.

“Queríamos iniciarlos en abril y que sea presencial, pero todo depende de cómo evolucione todo. Por ahora, queremos hacer reuniones con los encargados de las de las parroquias, pues durante estos 2 años hemos tratado de mantener la conexión, a través de grupos de chats para que la pastoral se mantenga viva”, puntualizó.

Hace falta la presencia de jóvenes en esta pastoral

JUVENTUD. A los jóvenes hay que Invitarles y ser testimonio para que crean y se entusiasmen.

Dialogando con el padre Justo Rivas, sobre  la figura del joven en este tipo de pastorales, en donde se trabaja con enfermos y donde no es muy común verlos, destacó que en la Pastoral Juvenil lo que se busca es sembrar en los jóvenes procesos de fe.

“En esos procesos de fe está sembrar en ellos la inquietud y la motivación por las obras de misericordia, la atención de los enfermos, a los encarcelados, a los débiles, a los que lloran, a los tristes, y  cumplir así  la misión evangelizadora”.

Pastoral de la Salud. Fortalecerla es tarea de todos.

Entonces, dice el padre Justo, no es que las actividades con los jóvenes no tengan un fin, sino que los jóvenes trabajan con los deseos más profundos de su corazón, y es allí en donde entra la figura del coordinador o del responsable de esos jóvenes, porque deben trabajar todos esos procesos y aprovechar la sensibilidad humana que tienen para despertar la inquietud de evangelizar en distintos ambientes.

 “El joven tiene el deseo de encuentro y con eso se puede trabajar; hay que aprovechar ese deseo humano y la sensibilidad que tiene el joven dentro de los procesos de fe o en las catequesis para introducirlos, por lo menos una vez al mes en la visita a los  enfermos, a los encarcelados, para cuidar el ambiente y hacer una obra social, pero eso depende de la creatividad y sabiduría de los pastores y líderes juveniles”, resaltó.

Por otra parte, dice el sacerdote, hay que dejar atrás la idea de que la evangelización y la visita a enfermos es labor de un grupo  específico de la parroquia, y eso se logra cuando como adultos, damos el ejemplo. “Comencemos por dar el ejemplo, que los jóvenes nos vean visitando las casas, los hospitales, que nos vean en misión, y que los invitemos a ellos, y así sembramos ese llamado”, dijo el responsable de Pastoral Juvenil Arquidiocesana.