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Cultivando el espíritu misionero

Cultivando el espíritu misionero

La iglesia diocesana realizó en días pasados una Romería Mariana, actividad que sirvió para clausurar el mes de mayo, dedicado a la Virgen María. Por segundo año consecutivo, hubo un despliegue de imágenes de nuestra Madre en sus diferentes advocaciones por las principales calles de la ciudad de Colón.
La participación de familias y la presencia sacerdotal fue notable, grupos juveniles, pastorales parroquiales y diocesanas, alegremente entonaron alabanzas en honor a la Virgen María durante la romería hacia la Catedral de la Inmaculada Concepción.
La Eucaristía fue presidida por Monseñor Manuel Ochogavía, quien expresó en su homilía la importancia de la intercesión y disposición de la Virgen María en nuestras familias, así como la disposición presurosa que tuvo hacia su prima Isabel y la intercesión en las bodas de Caná.
“La Virgen se mantiene orante con y por el pueblo así como estuvo entre los apóstoles acompañándolos y fortaleciéndolos. Hay corazones Marianos en Colón… hagamos que palpiten”, dijo.
María es nuestra Madre e Intercesora por excelencia, que es aquella mujer, mediante la cual Dios quiso enviar su Hijo a la tierra. Fue instrumento de amor y servicio a Dios y a la humanidad y el gran amor que Colón demuestra por la Inmaculada Virgen no es más que el testimonio viviente de agradecimiento por su misión intercesora.