Desapego de lo material

Desapego de lo material

La propuesta de Dios esta semana es que renunciemos a algo que nos ata a este mundo, algo material, que nos gusta mucho tener y disfrutar. El Señor propone que lo dejemos de lado y usemos ese tiempo y energía para servir a los demás.

Puede ser algún objeto, como el auto, el celular, dinero, una prenda de vestir

o joya. La idea es que salgamos de eso, que lo dejemos aparte de nuestro diario vivir, al menos esta semana, y como ejercicio compartamos esa libertad que aquello nos da con alguien de la comunidad o nuestra propia familia.

O tal vez sea algo más inmaterial, pero concreto. Por ejemplo, las telenovelas, mirar la lotería (aunque el billete se haya quedado en el tablero, sin que lo compremos), el tiempo a solas, leyendo. Ahora que están de moda las tabletas electrónicas y los videos en el móvil, nos esclavizamos viendo todo tipo de videos. La propuesta de Dios esta semana es que nos desconectemos de la televisión, del celular, de ese tiempo

“mío” y nos dediquemos al anciano de la casa, a la vecina anciana que está tan sola, o a los muchachos de la parroquia.

A veces creemos que somos propietarios de las cosas que compramos, cuando en la práctica es al revés: son las cosas que se convierten en nuestras dueñas. Nos atan de tal manera que no podemos vivir sin ellas. 

Cristo nos está diciendo, quien no pueda dejar sus apegos para venir en pos de mí, no merece llamarse mi discípulo.

Se trata de experimentar la verdadera libertad. No esa de no tener jefe ni compromiso, sino todo lo contrario, de hacer que la comunidad y mi familia determine mis afectos, mis anhelos, y me ayude a acercarme más y mejor a Dios. No es ser esclavo, sino convertirse en servidor de todos, libre de ataduras.

¡Ánimo!