La Pastoral Social de la Parroquia San José de Chiriquí Grande practica las obras de misericordia hacia las periferias y hacen un análisis de la realidad del Alto la Gloria en sus aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos. Allí se reunieron 20 familias católicas en torno a la Eucaristía, y para la distribución de ropa y juguetes para los niños, recordando los regalos que la humanidad hace al Niño Dios recién nacido.
La peregrinación de doce enviados transcurrió en un ambiente agradable, como los magos de Oriente que buscaron a Jesús; los peregrinos que todavía no habían visitado el lugar iban guiados por la Estrella de quien dio testimonio del encuentro con Jesús en la persona de los pobres.
En un camino montañoso y repleto de fango, con bastantes caídas presentes y cansancio agotador, se llegó al destino, donde las veinte familias estaban esperando con los brazos abiertos.
La eucaristía del 6 de enero, en la festividad de la Epifanía del Señor, se desarrolló en un ambiente de oración y silencio, respetado diligentemente por la multitud de niños presentes.
El Padre José March, explicó el sentido de la Navidad: encontrarse con Jesús, arrodillarse y postrarse ante Él, reconociendo que Él es Dios venido en la carne, Dios hecho hombre, Dios con nosotros.
Después se dio el compartir fraterno en el que se distribuyeron los regalos a los presentes. En un ambiente educado se recibieron los regalos y dulces que llegaron para todos. Los regalos fueron recolectados por la Infancia Misionera de la Parroquia
Y, como es costumbre entre la gente sencilla y humilde, los lugareños se dieron a la tarea de preparar para los peregrinos un sabroso almuerzo. En misión cumplida, después de una mañana llena de emociones, volvieron a tomar el camino de descenso del Alto la Gloria para continuar dando testimonio del amor de Dios en lo cotidiano.