Con la conciencia de que la formación misionera es permanente, el Vicariato Apostólico de Darién fortalece cada día sus esfuerzos por continuar impulsando la misionariedad. Por tal motivo, se dieron cita en el Centro Pastoral Claret de Metetí, distintos agentes de pastoral, con una significativa participación de los jóvenes, que son una promesa esperanzadora para nuestra iglesia darienita, para el desarrollo de un taller, en el cual contaron con el apoyo de las Obras Misionales Pontificias (OMP), en la persona del Padre Samuel Álvarez, Director Nacional, y el equipo de laicos y laicas con quien desarrolla la animación misionera del país.
Para el Vicariato fue un momento y tiempo de gracia sumamente especial, pues cada vez se ven fortalecidos los lazos de unidad y comunión entre las zonas misioneras. Los esfuerzos que se hacen para encontrarse son grandes, superando las grandes distancias geográficas y la imponente naturaleza que por el mar y los ríos muchas veces los pueden limitar al encuentro de toda la familia darienita.
Se puede decir que “Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres”, pues toda la temática sobre las O.M.P., la urgencia de la misión ad-intra y ad-extra, la importancia de que como iglesia particular asuman cada vez más el mandato misionero del Señor Jesucristo, despertó en todos los participantes iniciativas, propósitos y tareas concretas de cómo poner en práctica lo recibido a través del diario vivir.
Toda esta experiencia formativa es parte del proceso de acompañamiento que se le va haciendo a las zonas misioneras desde la escuela de formación San Juan Pablo II y de la Pastoral Misionera que da sus primeros pasos y quienes realizarán un trabajo mancomunado.
Con esto buscan suscitar en los laicos el deseo por seguir apostando por una Iglesia misionera, que fiel al mandato de Jesucristo asuma la responsabilidad de la misión, y pasar de ser una Iglesia misionada a ser una Iglesia misionera.