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Dios nos habla en la creación

Dios nos habla en la creación

Todos los pueblos y culturas han descubierto la presencia de Dios en la creación. Los árboles, los animales, las montañas, las personas, ¡todo nos habla de Dios! San Agustín decía que el primer libro que Dios escribió fue el de la creación; esto es ¡el libro de la vida! Sólo después, cuando le resultó difícil al hombre y a la mujer escuchar la voz de Dios en la creación, se escribió la Biblia.

El proyecto original de Dios es que todo lo creado esté al servicio de la humanidad: que la tierra sea para todos, la comida alcance para todos, que no hayan cosas acumuladas o acaparadas por unos pocos y que cuidemos la naturaleza. Como familia humana, todos debemos compartir este don que es la vida.

En el principio, los hombres y mujeres escuchaban a Dios y hablaban amigablemente con Él. Al entrar en los seres humanos la codicia y el egoísmo ya no pudieron vivir el gran proyecto de Dios: se volvieron sordos y ciegos y no pudieron leer el libro de la Vida ni oir la voz de Dios.

Con el tiempo hubo unos hombres y unas mujeres que llenos del Espíritu Santo supieron reconocer la voz de Dios en sus propias vidas, y la compartieron en sus comunidades y en sus pueblos. Así fue naciendo un segundo libro: ¡La Biblia!

La Biblia es pues la forma en la que Dios restablece la comunicación con los seres humanos y nos ayuda a redescubrir a Dios en la creación, recordando siempre su alianza amorosa con nosotros. El libro de la Biblia y el libro de la Vida están estrechamente unidos: La Biblia ilumina la Vida.