El buen vivir indígena

El buen vivir indígena

COMPROMISO

  • Tomar muy en serio nuestro lugar y papel en el cuidado de la Casa Común y comprometernos a no regresar a la vida “normal” post-pandemia. 
  • El cambio empieza con una nueva visión de la integridad de toda la creación y nuestra responsabilidad en mantenerla, y aceptar que todo está interconectado. 

***.- Un nuevo estándar de convivencia, un cambio de rumbo de una humanidad capaz de aprender de los pueblos indígenas que un “otro mundo es posible.”

José Fitzgerald, CM

El modelo actual y las decisiones político-empresarial que protege el modelo, están basados en una visión que mantiene al ser humano “afuera” de la creación y con poca posibilidad de interactuar con ella en forma responsable. Hemos perdido nuestro lugar e identidad en la Casa Común, convencidos que podemos ocupar el puesto de creador en lugar de los creados. Frente a este pensamiento erróneo, los pueblos indígenas nos enseñan que toda la creación de Dios es una red de vida que nos incluye a nosotros. Los ngäbe, por su parte, nos ubican en el “Ju Ngöbökwe”, la casa de Dios, que es toda la creación y el cosmos.

Durante las últimas décadas, la Iglesia ha empezado a prestar atención a las cosmovisiones, sabidurías y practicas indígenas, especialmente respecto a la relación con la creación. Las recientes expresiones de la Iglesia, aunque han tardado en reconocerlo, proponen una relación íntima del ser humano con toda la creación, afirmando que “para el creyente, el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres” (Laudato Si 220). 

La exhortación apostólica Querida Amazonia afirma que “el cuidado de las personas y el cuidado de los ecosistemas son inseparables, esto se vuelve particularmente significativo allí donde ´la selva no es un recurso para explotar, es un ser, o varios seres con quienes relacionarse´” (42). Por cierto, es un lenguaje lejos de “dominio sobre” la naturaleza en servicio del hombre, la cual ha dominado el concepto cristiano de la relación ser humano-creación por muchos siglos.

El Buen Vivir indígena, que no se orienta en la competencia salvaje y la acumulación de bienes, enseña al mundo occidental que existen alternativas al supuesto “progreso” o desarrollo. Dando resumen al concepto de Buen Vivir en Querida Amazonía, Francisco dice que los indígenas “saben ser felices con poco, disfrutan los pequeños dones de Dios sin acumular tantas cosas, no destruyen sin necesidad, cuidan los ecosistemas y reconocen que la tierra, al mismo tiempo que se ofrece para sostener su vida, como una fuente generosa, tiene un sentido materno que despierta respetuosa ternura.” 

Los pueblos originarios expresan la auténtica calidad de vida en “una armonía personal, familiar, comunitaria y cósmica, y que se expresa en su modo comunitario de pensar la existencia, en la capacidad de encontrar gozo y plenitud en medio de una vida austera y sencilla, así como en el cuidado responsable de la naturaleza que preserva los recursos para las siguientes generaciones” (QA 71).

Es considerable que el pueblo ngäbe, después de varias décadas de lucha en contra de megaproyectos en sus territorios (minería, represas), logró en 2012 una ley de protección ambiental para su territorio, que, entre otros aspectos, prohíbe rotundamente la minería metálica. Las promesas de riqueza y supuesto “desarrollo” por parte de los gobiernos de turno y las empresas transnacionales no convencieron a los Ngäbe de permitir la destrucción masiva de sus territorios, la cual resultaría en la destrucción también de sus prácticas de harmonía con la Madre Tierra, la familia humana y Dios.

Hacia el otro mundo posible

La pandemia muestra las raíces de una crisis que es esencialmente una crisis de vida. Ha tenido el efecto no esperado de forzarnos a reevaluar lo esencial para vivir dignamente como personas y pueblos. 

La gran tarea, entonces, será convertir el espíritu de solidaridad y la disponibilidad de sacrificar para el bien de los demás, en prácticas permanentes para confrontar el Cambio Climático y la degradación ambiental en general, planeando un nuevo estilo de vida humana y una renovada relación con la Madre Tierra.