Con mucha alegría alrededor de 900 mil peregrinos reciben al Vicario de Cristo, compartirán una apretada agenda contemplada para la 37ª Jornada Mundial de la Juventud.
Por Redacción
«Volveré rejuvenecido de la JMJ», aseguró el papa Francisco a los periodistas de medios internacionales que le acompañaban en el avión que aterrizó a las 09H45 locales (08H45 GMT) la base militar de Figo Maduro de Lisboa.
A su llegada el Santo Padre descendió del avión de ITA Airways en su silla de ruedas a través de un ascensor y saludó posteriormente a las autoridades portuguesas. Entre ellos, el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa, el embajador de Portugal ante la Santa Sede, Domingos Fezas Vital y una pareja de niños con los que el Santo Padre intercambió obsequios, él recibió flores y ellos unos rosarios con los colores de la bandera portuguesa.
Esta es la segunda visita del Papa a Portugal -la primera vez fue en mayo de 2017 con motivo del centenario de las Apariciones de Nuestra Señora de Fátima.
Hasta el 6 de agosto vivirán encuentros festivos, culturales y espirituales que inició ayer con la misa de apertura en la Colina del Encuentro.
Primer día
La última cita del día será en el Monasterio Real de Santa María de Belén para las Vísperas con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas, seminaristas y agentes pastorales en el Monasterio de los Jerónimos.