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En la Legión de María, las súplicas se materializan en obras de amor

En la Legión de María, las súplicas se materializan en obras de amor

La alegría máxima y orgullo del Legionario es considerarse hijo y colaborador voluntario de María, a la que ofrece todo: sus fuerzas físicas, su sonrisa, su influencia, su palabra…

 

Por Karla Díaz

El objetivo principal de la Legión de María es glorificar a Dios a través de la Santificación de sus miembros, por la oración y cooperación activa en la obra de María y de la iglesia. Son muchos los testimonios de personas que aman pertenecer a este apostolado, que ya tiene 100 años de existencia y que derrama el amor de nuestro Señor Jesucristo, a través de la Virgen a los más necesitados.

Así lo siente Jazmina Bachis, quien se inició en este camino en el 2016.

“Hace ocho años sentí que era el momento de enlistarme en ese ejército espiritual de la Virgen, atendiendo a su llamado y desde entonces no he mirado atrás. Quiero mucho a María, es nuestra Madre y nos cuida. Si amas a María, harás todo lo posible para hacerla feliz, pues ella es el puente para llegar a Jesús”.

Jasmina es ahora la presidenta de la Curia Santa María la Antigua y también presidenta de una praesidium en su parroquia Nuestra Señora de La Esperanza. Hoy se siente muy orgullosa de pertenecer a la legión que en el ámbito de su organización cuenta con tres comitia, 16 curias, 105 Praesidium, 655 socios oficiales, 825 socios activos y 1753 socios auxiliares. 

 

 

La Curia Santa María la Antigua realizará su III Congreso Anual el próximo 20 de julio en Monte Alverna, de 7:30 a.m. a 4:30 p.m.

 

Una prueba de fe

Teófilo Cordero se sintió siempre identificado con la Virgen María. Aprendió a rezar el Rosario a los ocho años cuando iba camino a la escuela; y lo continuó cuando iba al bachillerato, a la universidad y ahora como catedrático.

Conoció el grupo cuando vivía una prueba de fe. Recuerda que un jueves por la tarde, una hermana Legionaria le hizo la invitación, pero su reacción fue negarse por temor al rechazo social, a través de comentarios que pudieran herirle en lo moral.

“Tengo muy presente el momento en el que había perdido toda esperanza; fui a misa destruido. Al entrar al templo parroquial, la hermana Yazmina de Basich me dijo: hermanito, ¿por qué no entra a la Legión de María?, ella siempre nos protege. Mi respuesta fue: «yo solo rezo el rosario todos los días, no sé hacer más nada”. La hermana Yazmina me respondió: “hermanito, usted ya hace lo más importante, bienvenido».

Teófilo se siente pleno al ser parte de ese ejército que está al servicio de María… esa fue la respuesta de amor que tanto necesitaba…

“Ser parte de la Legión es sentirme productivo, trabajando por la extensión del Reino de Dios, porque no podemos andar por la vida afrontando retos y dificultades sin tener la experiencia de sentirnos amados por la Madre de Dios”, resalta.

 

Me siento realizada sirviendo a los demás

Marycarmen González se unió hace poco a la Legión de María y destaca que su experiencia le ha ayudado a robustecer su fe y amar cada día más a la Virgen, apropiándose de las palabras que Jesús le dice a Juan estando en la cruz: “Ahí tienes a tu madre” y sintiéndose cada día más cercana a ella.

“Mi paso por la Legión me ha llevado a recordar que los seres humanos nos realizamos y desarrollamos trabajando para las demás personas en cualquier ámbito: personal, familiar, profesional o espiritual. He internalizado que mi vida está al servicio de los demás, preocupándome genuinamente por las necesidades de las personas”, señala Marycarmen.

Como miembro activo debe rezar el rosario en comunidad, ir a la casa de personas que tengan alguna necesidad física o emocional. Además, apoyar en las tareas que requiera la capilla o el templo. También donar tiempo, cariño y acompañamiento a personas que así lo requieran, ya sea porque estén enfermas, atravesando alguna dificultad, hayan sufrido la pérdida física de algún ser querido, entre otras situaciones que pueda vivir un ser humano.

Para ella es muy importante la visita al Santísimo, por lo que disfruta mucho quedarse horas en la compañía de Jesús Sacramentado, una tarea que les sugieren cumplir dentro de la Legión. 

“Por esto y por mucho más  me atrevo a manifestar que en este poco tiempo he hecho  un cambio visible en mi vida, que seguramente me ayudará en mi proceso de conversión constante”, puntualiza González.

 

El rezo del Rosario en el Centro San Juan Pablo II.

 

Pensé que era solo para mujeres

Silvio Martin Filho llegó a la Legión de María por casualidad; de hecho, ya le habían invitado en dos ocasiones anteriores, pero no se sintió atraído, se sentía cómodo en los grupos pastorales en los que ya participaba.

Pero por la insistencia de un hermano legionario, decidió asistir sin compromiso a una junta y, desde ese momento, la Madre María lo enganchó.

“Algo que me llamó la atención es que un hombre legionario me haya invitado a pertenecer a la Legión, que para mí concepto era un grupo sólo para mujeres, pero la Madre pone y fija sus ojos en quien ella quiere, y no importa si son mujeres o, como en mi caso, hombres.  Los exhorto a servir con amor y humildad, ingresen a las filas de los Legionarios de María para acompañar la lucha por salvar almas para su hijo Jesús”.

Como miembro de un Praesidium, participa semanalmente una junta en donde se hace oración y se organizan nuevas tareas para la evangelización de muchos hermanos más. Deben participar sin falta en las juntas, realizar los trabajos estipulados por la presidenta, cooperar y apoyar en todas las actividades de la parroquia y al sacerdote, como las visitas a enfermos y hospitales.

 “Un compromiso obligatorio para un Legionario es el rezo diario de la Tessera y el Rosario, por lo que el pertenecer a este grupo me ha ayudado a crecer espiritualmente y aprender a ser humilde, como María, sirviendo siempre como ella”, señala Filho.

 

En la misa por los 100 años de la Legión de María con todos los miembros reunidos.

 

Conoce más sobre la legión

La Legión de María es un ejército movido por un ideal: el conocimiento del puesto transcendental que, en el plan de Dios, ocupa la Santísima Virgen, junto a su Divino Hijo. Su propósito es decidir el modo en el que son útiles al reinado de Dios y la salvación de las almas, mediante la unión con Nuestra Señora.

Su organización local la constituyen los presídiums, conformados por un sacerdote, presidente, vicepresidente, secretario y tesorero; y la curia formada por oficiales de diferentes presidia.

En la Legión, María es, después de Jesucristo, el alma y la vida de todos los asociados. Y, por tanto, no puede ser buen Legionario quien no lleve a María en su corazón; sería como un soldado sin armas o un brazo paralizado.

Puede ser Legionario de María todo aquel que tenga o procure tener confianza en el poder de la Santísima Virgen, fe firme y amor.