Las enfermedades mentales afectan la calidad de vida, laboral y familiar; además de aumentar el riesgo de enfermedades físicas.
Por José Edwin Sánchez
Lina Navarro, una dama de más de cuarenta años de edad, no consideró que su problema de estrés y ansiedad, al perder su trabajo en 2017, le podría llevar a una crisis mental. Y no fue hasta mediados del año siguiente (2018), cuando perdió el apetito, no dormía bien y su carácter tuvo un cambio radical, que por recomendación de un familiar cercano optó por visitar a un especialista.
Ella, al igual que más de 450 millones de personas en el mundo -según la Organización Mundial de la Salud (OMS) – padecen de un trastorno mental, muchos de ellos sin reconocer su problema, y una de cuatro personas experimentará en algún momento un trastorno de ese tipo.
«Nunca pensé verme afectada de esta manera, erróneamente pensaba que eso era para otra gente, de mente frágil, pero sin percatarme también lo padecía yo», precisa esta fémina, quien luego de superar la crisis es más abierta al tema y no duda en brindar consejos a quien lo requiera.
Aunque no ha logrado conseguir un empleo en lo que estudió, emprendió por otros caminos; y a pesar de que las cosas no han sido fáciles, con tenacidad y sacrificio sigue adelante y su salud mental –considera- va por buen camino.
Existe evidencia de que la depresión predispone al ataque cardíaco y la diabetes.
Cuide su salud mental
La psiquiatra Vanessa Flores, jefa nacional del Programa de Salud Mental en la Caja de Seguro Social (CSS), considera esencial mantener un buen estado de salud psicológica, recomendando realizar actividades en familia, poner en práctica ejercicios de relajación y meditación, entre otros.
Cabe destacar que la familia es la célula básica de la sociedad, es la más universal de las instituciones; es el agente de socialización por excelencia, transmite la cultura que influye en la forma de pensar de sus miembros y sus miembros comparten las necesidades afectivas.
La familia cumple con tres funciones básicas para el sano desarrollo de cada uno de sus miembros; protección, cuidado y brindar afecto.
En ocasiones -explicó la psiquiatra- es necesario hacer un estudio del paciente y ver la razón por la que es afectado por esta condición de salud, porque puede ser que esa persona que siente tristeza está ingiriendo algún medicamento que le provoca efectos secundarios.
Cada caso, requiere de comprensión y, según las posibilidades, darlo a conocer a los familiares para recibir su apoyo, porque a veces es desconocido por los allegados, precisó.
«Las enfermedades mentales afectan la calidad de vida, laboral y familiar; además de aumentar el riesgo de enfermedades físicas», resaltó la especialista, al destacar que esto significa un costo económico y social, tanto para quien lo padece como para sus familiares y el país.
Consejos para preservar la salud mental
- Tener un estilo de vida saludable
- Cuidar la calidad del sueño
- Mantener la mente ocupada
- Aprender a gestionar el estrés
- Reservar momentos para la relajación y ejercicios
No es show ni juego
Por Arleth Yanisselli / Flora Lay
‘Realizar cambios en el estilo de vida ayuda a liberar la carga emocional’, manifestó el Dr. Vadim Cantón, médico psiquiatra y coordinador del Programa de Salud Mental de la Policlínica “Dr. Blas Daniel Gómez Chetro.
“La depresión no tiene edad, los ataques de pánico no son un show, la ansiedad no es una exageración, la baja autoestima no es un juego y que el suicidio no es llamar la atención”, dijo el doctor.
Recomendó que es importante aprender a reconocer las señales de alerta y buscar la ayuda de los especialistas.
En el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen diferentes tipos de trastornos mentales como ansiedad, depresión, trastorno bipolar, entre otros y, una de cada ocho personas padece un trastorno mental. Se estima que, en el caso de la depresión, el 5 % de los adultos la padecen y, afecta más a la mujer que al hombre.
Mensajes de esperanza
San Juan Pablo II nos recuerda que “quien padece una enfermedad mental ‘siempre’ lleva en sí la imagen y semejanza de Dios, como todo ser humano. Además, ‘siempre’ tiene el derecho inalienable no sólo a ser considerado imagen de Dios y por tanto como persona, sino también a ser tratado como tal”.
El papa Francisco habló en la Segunda Conferencia Nacional para la Salud Mental, que se efectuó el 14 de junio de 2021 en San Juan de Letrán, sobre la importancia de “ayudar a superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental”.
En esta actividad organizada por el Ministerio de Sanidad italiano expresó también su “estima personal por los médicos y los trabajadores de la salud que se dedican a este delicado campo de la salud mental. Su compromiso de responder las condiciones de quienes padecen trastornos mentales y ofrecerles un tratamiento adecuado es un gran bien para las personas y para la sociedad. Por lo tanto, es de suma importancia ser cada vez más conscientes de las exigencias profesionales y humanas necesarias para atender a estos.
Manifestó su esperanza de eventos como este susciten en las instituciones, en los organismos educativos y en los distintos sectores de la sociedad una sensibilidad renovada hacia quienes sufren problemas de salud mental, con el fin de infundir una mayor confianza en tantos de nuestros hermanos y hermanas marcados por la fragilidad.
Se trata agregó el Vicario de Cristo de también ayudar a superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental y, en general, de hacer prevalecer la cultura de la comunidad sobre la mentalidad del descarte, según la cual se presta mayor atención y cuidado a quienes aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los que sufren hacen resplandecer en sus vidas heridas la belleza irreprimible de la dignidad humana.
