La familia Abrego busca vivir según el Evangelio, con la asistencia espiritual del sacerdote que llega cada tercer domingo del mes a la comunidad de Loma Brava donde residen.
En la comunidad los Abrego de Changuinola, son los únicos que profesan la fe católica y desde hace 24 años cada tercer domingo del mes esperan con ansias la visita del sacerdote que celebra la Eucaristía.
Todo comenzó con el padre Corpus López, agustino recoleto por el año 1995. Su misión; evangelizar estas tierras de la comarca Ngäbe-Buglé. La obra misionera la continuó el padre Roberto Cirauquí (q.e.p.d.) por muchos años y actualmente lo hace el padre Bartolomé Blaj, párroco en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús del Empalme.
En la reciente visita a esta comunidad acudió el padre Juan Solís quien se encuentra prestando servicios pastorales en la prelatura de Bocas del Toro. “Ellos organizan su casa para adecuarla a una capilla, se esmeran por cada detalle”, destaca el padre Solís.
El padre Solís se admira al verlos contentos y dispuestos a la escucha del mensaje, cantando con alegría y dando gracias a Dios por recibir la Eucaristía, “eso me llena de satisfacción”, manifiesta el sacerdote diocesano.
Para no tibiar su fe y su amor a Dios, el misionero Abraham Moreno los visita de manera regular para compartir con ellos el pan de la Palabra y cada tercer domingo acude el párroco a celebrar la misa.
