Aunque hemos progresado desde la generación de nuestros padres, la equidad todavía no es una realidad en muchos hogares. Es justo reconocer que muchos hombres no han tenido un modelo de padre que los ayude a convertirlos en papás implicados, también es cierto que cada uno debe ser responsable de su propia actitud.
Las mujeres tienen nueve meses de sensaciones para despertar su instinto maternal. Para el padre despertarlo resulta algo más difícil porque no se producen estos cambios fisiológicos en su cuerpo con la llegada del bebé.
Es importante entender que participar en la crianza de sus hijos es un privilegio que también conlleva sacrificios. El poder sentarse en la primera fila de la vida de sus vástagos es la experiencia más impresionante que va a vivir. Eso sí, debe situarse en la línea de batalla de los pañales, los biberones y en el suelo, jugando con ellos. Sólo así podrá descubrir la experiencia gratificante de criar a sus propios hijos y descubrir que junto a ellos pasará los mejores ratos de su vida.
Comience a asumir responsabilidades desde temprano. Cuando fui padre por primera vez no sabía qué hacer, pero mi mujer me dio el mejor regalo que han hecho. Simplemente me dijo: “Ahora que ya está Diego con nosotros tendrán que hacer cosas juntos. Vas a ser el encargado de bañarle”. El baño se convirtió en mi primera gran responsabilidad y se me daba genial.
Mi mujer se asomó para ver cómo lo hacíamos el primer día, pero permaneció callada. No quería interferir ni robarme protagonismo, sino simplemente disfrutar viéndonos juntos. Algunas tareas de la crianza son exclusivas de la madre, como dar el pecho, pero la inmensa mayoría de las actividades son unisex. La mejor manera de que el papá haga vínculo con el niño es asumir responsabilidades. ¡Tómelo en cuenta!