, ,

Grupos marianos reafirman su entrega y compromiso durante el Jubileo

Grupos marianos reafirman su entrega y compromiso durante el Jubileo

Fieles peregrinaron y sellaron un compromiso para impulsar una misión evangelizadora en 2026.

 

Por Marianne Colmenárez

En el marco del Jubileo Mariano, numerosos grupos de espiritualidad mariana de diversas parroquias de la Arquidiócesis de Panamá se reunieron este domingo 16 de noviembre para vivir una jornada de oración que incluyó la consagración al Inmaculado Corazón de María y la firma de un acta de compromiso para colaborar en la misión que iniciará en 2026.

Firma del compromiso por parte de Tomás Vásquez, presidente del Apostolado Mundial de Fátima en Panamá

El jubileo inició a las ocho y media de la mañana en el parque de Santa Ana, donde se rezó el santo rosario por los enfermos, los niños, el Santo Padre, los sacerdotes y las vocaciones.

Desde allí, los fieles emprendieron la peregrinación con la imagen de Nuestra Señora de Fátima rumbo a la Catedral Basílica Santa María la Antigua.

La misa de acción de gracias fue presidida por monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá y concelebrada por el sacerdote Carlos Cabecinhas, rector del Santuario de Fátima de Portugal, invitado para acompañar la inauguración de la Capilla de las Apariciones en Clayton.

En su homilía, el sacerdote recordó que María permanece cerca de sus hijos en cada dificultad. Expresó que las apariciones muestran que Dios no abandona a su pueblo, siempre está presente en el caminar de nuestras vidas

Monseñor Ulloa dirigió la oración ante una catedral repleta y explicó que el compromiso asumido no se limita a una firma simbólica, sino que implica convertirse en auténticos misioneros del santo rosario.

 

«Con María, Reina de la Paz, queremos convertirnos en artesanos de reconciliación y esperanza para nuestro pueblo» expresó Mons. Ulloa.

Señaló que esta misión exige un proceso de conversión personal y comunitaria, propio de la espiritualidad mariana, que siempre impulsa al cambio interior, a la humildad del corazón y a la disposición de servir.

 “Nos comprometemos, como Iglesia arquidiocesana, a caminar unidos en la sinodalidad, escuchándonos con respeto, discerniendo juntos y haciendo de nuestras parroquias espacios de encuentro, fraternidad y conversión pastoral” expresó el Arzobispo.