Iglesia inaugura albergue temporal para personas en situación de calle

Iglesia inaugura albergue temporal  para personas en situación de calle

Eduardo Soto P. / esotop29@gmail.com

El centenario del nacimiento de San Juan Pablo II fue celebrado en la arquidiócesis de Panamá abriendo las puertas de un albergue temporal para personas que viven en situación de calle, y que lleva el nombre del santo Papa polaco.

Tiene capacidad para 30 personas, quienes recibirán desayuno, almuerzo y cena, en un ambiente terapéutico y psico-espiritual. Los internos solo serán personas del sexo masculino, por ahora.

La primera de las instancias, con diez camas, cuenta con aire acondicionado. Cada residente tiene su espacio. La imagen de Santa Ana custodia la recámara. La segunda habitación llevará el nombre de San Joaquín.

Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, agradeció a las personas de buena voluntad que han ayudado para que el albergue abra sus puertas, en especial a la gobernadora de la Panamá, Judy Meana.

“San Juan Pablo II nos enseñó que para hacer cosas extraordinarias hay que estar enamorado, y cuando se trata de ayudar a los pobres hay que actuar rápido, porque los pobres no pueden esperar”, señaló el Arzobispo.

El sitio, un antiguo colegio católico, cuenta con una gruta dedicada a la Virgen María, junto a una cancha de juegos y un amplio comedor.

Ariel López, director del albergue y de todas las otras obras de misericordia que llevan el nombre de San Juan Pablo II en la Arquidiócesis, indicó que en este día también se celebran cuatro años de haber inaugurado el centro de Calidonia, donde se atiende a sexo servidoras y población “trans” que se prostituye, así como a drogodependientes y alcohólicos que viven en la calle.

También se tiene un albergue en la provincia de Panamá Oeste, con 8 internos, y un centro para prevención del delito y la violencia, dirigido a jóvenes en el populoso sector de Samaria, en el distrito de San Miguelito.

Para atender a los internos en el nuevo albergue San Juan Pablo II se necesita el apoyo de especialistas en salud mental, médicos y enfermeras, además de voluntariado general, subrayó López.

Actualmente hay diez residentes, y se espera poder recibir pronto los otros 20. Antes de ingresar se le hace una prueba de VIH, hepatitis y sífilis, para luego pasar a la entrevista y a la prueba sicológica. La entrada es libre, y también la salida.

En la edición del fin de semana venidero, se contará con información ampliada y contenido multimedia.