Las presiones familiares y sociales muchas veces empujan a las jóvenes a tomar decisiones drásticas ante el anuncio de un embarazo no deseado, y buscan todos los medios posibles para interrumpirlo y optan por el aborto.
El Papa Francisco en una de sus citas nos dice que “el nacimiento de un niño suscita alegría y asombro, porque nos pone ante el gran misterio de la vida”. Y con ese mensaje esperanzador fuimos hasta la Fundación Ofrece un Hogar,
quienes defienden la vida y la familia, que tiene bajo su amparo dos programas que tiene la misión de brindar un hogar a niños, niñas y adolescentes en riesgo social: Hogar Divino Niño y Hogar María de Guadalupe. Ambas han logrado alcanzar metas en pro de la vida humana.
La sonrisa de un niño corriendo por el Hogar Divino Niño es el mejor regalo que pude recibir al llegar al lugar. Ahí ellos reciben protección, además le proporcionan atención integral, en áreas psicológicas, social, médica, educativa y espiritual. Para su directora Maritza Grifo, en el “hogar defendemos la vida a toda costa. Para eso estamos, para dar solución y defender a aquellas niñas que optan por la vida. Estos hogares han sido creados para dar respuesta a las necesidades de muchas jóvenes que por diversas situaciones no tiene esa protección y son sacadas de ese entorno
social, donde han sido atropelladas”.
El Hogar María Guadalupe ofrece ayuda a las adolescentes embarazadas en situación de riesgo, además sufren de rechazo familiar, abandono, discriminación social y no tienen solvencia económica. El hogar es una alternativa tanto para la vida de la madre como para el niño en gestación.
Las adolescentes reciben capacitación en modistería, repostería, manualidades, entre otras.
Ellas puedan aprender y tener una forma de generar recurso para su sustento. Uno de los proyectos a futuro de la fundación es montar un salón de belleza para formarlas, de esta manera puedan salir adelante con sus hijos. Al capacitarse, ellas podrán garantizar tener un oficio que les de un sustento para ella y sus pequeños, además podrán contar con un oficio a futuro.
La Fundación Ofrece un Hogar ayuda a erradicar en lo posible el flagelo del aborto, desplazando la cultura de la muerte y exaltando la cultura de la vida. El derecho a la vida es lo mas fundamental del ser humano, cuando se viola este derecho, se destruye la vida.
Leyes panameñas
En el Código Penal derogado de 1982 se llegó a despenalizar el aborto en tres circunstancias, las cuales se encuentran en la legislación vigente (Art. 144 C.P. 2007): por razones terapéuticas (causas graves de salud que pongan en riesgo la vida de la madre).
Por indicación eugenésica ( ponga en peligro el embrión, a causa de deformidades y malformaciones que pueden ser por diferentes causas y por razones éticas y cuando la mujer es víctima de violación. Fuera de estas tres situaciones, la práctica es penalizada en el Istmo (de 1 a 10 años).
En el Hospital Santo Tomás, a través de la Dirección de Planificación Departamento de Registro y Estadística, registra abortos de enero a diciembre de 2017 de 1,895, en el 2018 fueron de 2,223 y de enero a mayo del 2019 van 1,060 (último informe sobre el caso).
El director médico del Hospital Santo Tomás, Ángel Cedeño, nos explica que las mujeres que han muerto por aborto usaron en su momento sondas que las ponen en gran peligro, produciéndoles infecciones, llegando a complicar la salud de la madre y su posterior muerte.
Decisión de vida
Nos fuimos a la Fundación Las Claras, ahí encontramos otra cara de la moneda, mujeres que dicidieron decirle Sí a la vida, y tener sus hijos.
Varlenis Lima, psicóloga de la fundación, nos cuenta que “Las Claras es un programa para madres adolescentes, que les permite terminar el nivel medio de educación obteniendo Bachiller en Comercio y un título Técnico en Asistente Administrativo. Ellas asisten con sus bebés al centro, los cuales reciben un Programa de Estimulación Temprana, mientras sus madres están en clase.
Las chicas van a práctica profesional y se les da asesoramiento y acompañamiento en la búsqueda de empleo.
En el programa Las Claras reciben chicas desde los 14 años hasta los 19 que no hayan culminado el nivel de media y que estén embarazadas o tengan un hijo.
Ellas tienen atenciones e intervenciones con psicólogas, trabajadoras sociales y estimuladoras tempranas. Ya culminado satisfactoriamente el programa, tienen seguimiento por el equipo psicosocial.