Por medio de comunicado denuncia el trato indiscriminado y brutal contra pueblos indígenas y exige al gobierno nacional detener la violencia inmediatamente.
Por Marianne Colmenárez
La Confederación Panameña de Religiosos (CONFEPAR) alzó su voz este martes mediante un comunicado en el que condena enérgicamente la represión ejercida por fuerzas de seguridad del Estado panameño, particularmente contra comunidades indígenas en distintas provincias del país.
Bajo el título “En nombre de Dios, ¡Cese la represión!”, la declaración toma como referencia las palabras de San Óscar Romero para exigir al gobierno que detenga inmediatamente el uso excesivo de la fuerza.
Señalan con preocupación los actos de violencia perpetrados en Chiriquí, Veraguas, Panamá Este y Darién, que incluyen agresiones físicas, humillaciones y ataques con «perdigones especiales» que han dejado a mujeres, niños y adultos mayores como víctimas directas.
“¿Qué les pasa?”, expresan los religiosos y religiosas en el comunicado, mientras denuncian el entrenamiento militar represivo y una aparente falta de humanidad en el trato hacia la población.
La CONFEPAR se pregunta quién está detrás de estas órdenes y hasta qué punto se ha desvirtuado el propósito de las fuerzas del orden, recordando que “aplicar la ley no significa despreciar, humillar o maltratar”.
Cuestionan, «¿cómo es posible que su lema sea Dios y Patria?», para luego recordar a las autoridades que no deben usar el nombre de Dios en vano.
De esta manera exigen al gobierno nacional detener las acciones represivas y que garanticen la dignidad de todos los ciudadanos.
