Hace mas de 2 meses, tuvimos una pérdida irreparable en nuestra familia, una persona importante para nosotros los padres y aún más para nuestros hijos (la nana de mis hijos) falleció en un trágico accidente de auto, desde ese día intenté buscar la manera de explicarle a mi hijo de 5 años que su nana se fue al cielo, de contarle a mi hija de 2 años que esta persona especial para ella, con quien solo se dormía, se había ido y que no la vería más y aún más aceptar la voluntad de Dios, no cuestionar a Dios por esta tragedia que ha hecho sufrir a mi familia, que si fuera solo a mi pero saber que mis hijos sufrirían por este hecho para mí era algo que me superaba.
Desde ese momento mi esposo me miró a los ojos y me dijo: Es la voluntad de Dios y no podemos privar a los niños al sufrimiento, los niños no son nuestros, son de Dios y es él quien decide cuanto sufrimiento puede soportar alguien y superaremos esto en familia porque el Señor no nos abandona. Fue cuando caí en cuenta que el Señor todo lo había preparado a la perfección, me regaló un esposo en quien apoyarme y que me ayuda a ver mi realidad y mi verdad, me ha prestado unos hijos que me ayudan a ser prudente porque un acontecimiento así sola y sin conocer a Dios no se cómo lo hubiese sobrellevado pero me regala la madre iglesia que me ha ayudado a no entrar en crisis, a no renegar de la historia que el Señor está haciendo conmigo y con mi familia y sobre todo a ver este acontecimiento como una oportunidad de transmitirle la fe a mis hijos porque hemos podido orar antes de hablar con ellos y contarles el acontecimiento de acuerdo a la comprensión de sus edades. El amor de Dios en todo este acontecimiento que para los demás sería de muerte pero que para nosotros los “cristianos” que aspiramos al cielo es un acontecimiento de esperanza porque ahora me pregunta el de 5 años: mami, ¿Cuando decide Dios que vayamos al cielo para ver a la nana? y esto me llena de alegría porque es el momento preciso donde el Señor me da la oportunidad de explicarle que así como Dios nos creó sin nuestro permiso solo por el hecho de que nos ama, así mismo porque nos ama tiene ya pensado el momento perfecto para irnos al cielo y ver a la nana y estarás contento.
Los acontecimientos que nos presenta Dios en la vida que sentimos que son de muerte, que es un sufrimiento tan inmenso que no podremos soportar es una oportunidad de oro que nos regala Dios para transmitirle la fe a nuestros hijos, para alegrarnos por la vida eterna, para tener esperanza y para amar sin medida.
Hace mas de 2 meses, tuvimos una pérdida irreparable en nuestra familia, una persona importante para nosotros los padres y aún más para nuestros hijos (la nana de mis hijos) falleció en un trágico accidente de auto, desde ese día intenté buscar la manera de explicarle a mi hijo de 5 años que su nana se fue al cielo, de contarle a mi hija de 2 años que esta persona especial para ella, con quien solo se dormía, se había ido y que no la vería más y aún más aceptar la voluntad de Dios, no cuestionar a Dios por esta tragedia que ha hecho sufrir a mi familia, que si fuera solo a mi pero saber que mis hijos sufrirían por este hecho para mí era algo que me superaba.
Desde ese momento mi esposo me miró a los ojos y me dijo: Es la voluntad de Dios y no podemos privar a los niños al sufrimiento, los niños no son nuestros, son de Dios y es él quien decide cuanto sufrimiento puede soportar alguien y superaremos esto en familia porque el Señor no nos abandona. Fue cuando caí en cuenta que el Señor todo lo había preparado a la perfección, me regaló un esposo en quien apoyarme y que me ayuda a ver mi realidad y mi verdad, me ha prestado unos hijos que me ayudan a ser prudente porque un acontecimiento así sola y sin conocer a Dios no se cómo lo hubiese sobrellevado pero me regala la madre iglesia que me ha ayudado a no entrar en crisis, a no renegar de la historia que el Señor está haciendo conmigo y con mi familia y sobre todo a ver este acontecimiento como una oportunidad de transmitirle la fe a mis hijos porque hemos podido orar antes de hablar con ellos y contarles el acontecimiento de acuerdo a la comprensión de sus edades. El amor de Dios en todo este acontecimiento que para los demás sería de muerte pero que para nosotros los “cristianos” que aspiramos al cielo es un acontecimiento de esperanza porque ahora me pregunta el de 5 años: mami, ¿Cuando decide Dios que vayamos al cielo para ver a la nana? y esto me llena de alegría porque es el momento
preciso donde el Señor me da la oportunidad de explicarle que así como Dios nos creó sin nuestro permiso solo por el hecho de que nos ama, así mismo porque nos ama tiene ya pensado el momento perfecto para irnos al cielo y ver a la nana y estarás contento.
Los acontecimientos que nos presenta Dios en la vida que sentimos que son de muerte, que es un sufrimiento tan inmenso que no podremos soportar es una oportunidad de oro que nos regala Dios para transmitirle la fe a nuestros hijos, para alegrarnos por la vida eterna, para tener esperanza y para amar sin medida.