Celebrando el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la Casa Hogar el Buen Samaritano realizó un año más su tradicional caminata bajo el lema “Mi salud, mi derecho”, que partió desde la Policlínica J.J. Vallarino, con la participación de fieles y voluntarios que apoyan la labor que realiza esta institución de la Iglesia católica.
Con pancartas y una alegre murga se desplazaron por las calles para alzar su voz dejando un claro mensaje de empatía y apoyo por quienes sufren esta dura enfermedad, que muchas veces va más allá del malestar corporal, cuando aparece la discriminación.
El Padre Domingo Escobar, Director de la casa hogar señaló que el tema del VIH Sida incumbe a la sociedad, a la familia, a iglesia y al gobierno, por lo que se realiza esta actividad que sirve como un espacio para hacer presencia y para mejorar las condiciones de vida de las personas que viven con este padecimiento.
“Es un llamado también a las autoridades a fin de que puedan destinar más fondos económicos como apoyo, y también más iniciativas que puedan abordar el tema del Vih y Sida, a modo de prevención para nuestros niños y jóvenes”, dijo.
Denunció además que hay en medio de nosotros una serie de violaciones de los derechos humanos; “siguen habiendo estigmas, discriminación y marginalidad, y mientras eso se dé, se complica más la situación para quienes luchan contra la enfermedad”, destacó.
El sacerdote ve esta caminata como una acción profética de parte de la iglesia, que sigue manteniendo vivo su compromiso con las personas que viven con VIH Sida, haciendo un llamado para que se unan esfuerzos en cuanto a este tema.
Hoy, la Casa Hogar Buen Samaritano se mantiene al tope y con la gran necesidad de construir un nuevo pabellón para recibir a mujeres y jóvenes que viven con la enfermedad, pero siguen firmes en su lucha, reconociendo en el hermano sufriente, la presencia viva de Jesucristo.