Todos los cristianos hemos sido llamado a servir en la obra de Dios. Sin embargo, no todos respondemos igual. Muchas veces como jóvenes es difícil vivir una vida espiritual conforme a la voluntad de Dios, te invito a reflexionar y recordar estas cinco herramientas esenciales para alcanzar la santidad: oración diaria, Los Sacramentos, Las Sagradas Escrituras, lectura espiritual y obras de caridad.
Nuestra madre iglesia nos invita a mantener pura el alma a través del Sacramento de la Reconciliación, acudiendo con conversión sincera y a alimentar nuestro espíritu a través de la Santa Eucaristía, lo más importante que debemos hacer cada día, ya que es el centro y fuente de gracia que da a Dios gloria infinita.
Ten presente el texto de Romanos 12, 2: “No se acomoden a este mundo al contrario transfórmense y renueven su interior”.
Puede que estés pasando por momentos difíciles, pero determinar la forma en la que mejor podamos servir a Dios, es decir nuestro llamado, es parte importante en nuestro caminar. Dios te ha dado una personalidad e identidad que se alinea con tus dones y capacidades de una manera especial. Este tiempo se trata de volver al Señor y fortalecer nuestra relación con él, limpiar nuestro corazón y obrar con prudencia, humildad y sencillez para poder acercarnos a nuestro Padre Celestial. ¿Lo escuchas mediante su palabra?
“El que está en cristo es una criatura nueva; lo viejo ya paso y ha aparecido lo nuevo”. 2 Cor 5, 17.