La salud mental: una tarea pendiente

La salud mental: una tarea pendiente

Con el veto parcial de la Ley 314, que tiene a muchos preocupados, se teme que se tire por la borda la idea central, que es detener la estigmatización que hasta el momento se da cuando te piden certificado de salud mental para estudiar o trabajar.

Julia González Mojica

Las alarmas se encendieron a partir del veto parcial de la Ley 314. El riesgo es que continúe la estigmatización que hasta el momento se da cuando te piden certificado de salud mental para estudiar o trabajar. Con la legislación actual, una persona que ha sufrido, por ejemplo, de episodios depresivos, tiene que luchar por superar esta difícil condición y además potenciales obstáculos en su futuro laboral o académico.

El Anteproyecto de ley, “Que establece normas integrales para la protección de la salud mental”, es una obligación que no puede postergarse. Además, es un paso en la dirección correcta, toda vez que da respuesta a una parte de la población cuyos derechos han sido ignorados por mucho tiempo.

FAMILIA. La unión familiar es fundamental.

Testimonio

Lynda Luna a los 13 años tuvo sus primeros síntomas de depresión. Ella considera que heredó de su abuelo y de su padre este trastorno. Su madre se enteró de su condición de salud por los amigos de la escuela que se lo contaron, pues Lynda andaba triste, lloraba y también no lograba prestar atención a sus estudios. Tuvo una adolescencia muy difícil, y a raíz de esta situación, su mamá dejó de trabajar por dos años para estar de lleno con ella y buscar la ayuda médica necesaria, pues requería de cuidados especiales.

Ella recomienda a las personas que presentan este trastorno de depresión, que lo conversen, no deben sentir temor ni menos tratarse como personas enfermas. “Es normal recurrir y verse con especialistas, hay que buscar ayuda siempre”, expresó Lynda.

La enfermedad de Luna necesitó diferentes medicamentos costosos, pues requirió de diferentes tratamientos que debían comprarse, pues el sistema de salud no los proporciona como sí lo hace con otras enfermedades crónicas.

Hoy, a sus 40 años, Lynda es una gran emprendedora, una mujer emocionalmente estable, tiene su familia, además hace ejercicios, come saludable y vive sin estrés. Con toda seguridad, expresa que la depresión es un tema ya superado.

PANDEMIA. Con el confinamiento y la crisis socioeconómica han quedado a flote situaciones hasta ahora ignoradas.

La Pandemia pone de manifiesto la vulnerabilidad de los seres humanos

Para la doctora Juana Herrera, directora del Instituto Nacional de Salud Mental (INSAM), Panamá sigue trabajando en mejorar la atención de salud mental, que a nivel mundial siempre ha estado relegada en importancia y presupuesto. Ella considera que la pandemia ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los seres humanos y de los servicios sanitarios. Se debe contar con instituciones públicas más robustas y con personal calificado, que garanticen la calidad de los servicios que estas ofrecen.

-Para la directora médica del INSAM, en relación con la ley 314 que ha sido vetada parcialmente,  “Es importante reconocer lo valioso de la iniciativa de los proponentes, toda vez que en estos momentos no solamente se ven afectados aquellos que tienen un trastorno mental transitorio o permanente ya diagnosticado, si no que pueden surgir y están surgiendo nuevos casos de personas que se ven afectados por la situación que nos ha generado esta crisis sanitaria producto del Covid -19.

AYUDA. Es fundamental expresar lo que se siente para superar cualquier crisis.

“Consideramos de manera positiva que se hagan todas las revisiones antes que el Proyecto de Ley 314 del 2020, que establece que las Políticas Públicas de salud mental, se convierta en ley de la República. El veto parcial manda un mensaje: estamos de acuerdo con la necesidad de establecer un marco de Salud Pública a un aspecto tan fundamental como es la salud mental, por lo que se considera que debe ampliar algunas consideraciones y participación de más sectores institucionales y no gubernamentales. Además, debe obtener una ley fortalecida y con el mayor consenso posible”, expresó la directora del INSAM, Juana Herrera.

Tarea pendiente

La Sociedad Panameña de Psiquiatría en nota enviada recientemente al presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, expresó su preocupación ante la objeción parcial al Proyecto de Ley 314: Que establece políticas públicas de salud mental. En particular, la objeción al artículo 17, que busca frenar el uso indiscriminado de los certificados de salud mental para aplicar a una plaza de trabajo, o como un requisito para ingresar a un centro educativo.

El artículo 16 del proyecto 314 dice:
Condiciones de las instalaciones  que brinden atención integral de salud mental. Toda instalación de salud, que brinde atención integral a personas con enfermedades de salud mental, deberá contar con:
  1. Ambientes limpios y seguros que preserven la integridad física y mental de las personas y que sean lo menos restrictivos posibles.
  2. Equipo de salud encargado de brindar los servicios de salud mental.
  3. Servicios de salud amigables para la atención de niños y adolescentes.
Parágrafo: quedarán prohibidos la apertura y el funcionamiento de manicomios públicos y privados, en todo el territorio nacional.

El doctor Francisco Mata Pitti, presidente de la Sociedad Panameña de Psiquiatría, explica que en la mayoría de los países de la región existen leyes específicas que regulan la materia de salud mental, es algo que teníamos pendiente en nuestro país. El entrevistado aclara que el proyecto de ley 314 reconoce “el derecho humano a la salud mental, reivindica la dignidad de las personas que sufren de enfermedades mentales, enfatiza la promoción y la prevención como puntos fundamentales del abordaje (creando la red intersectorial de salud mental). Además, establece una cobertura universal y gratuita de los problemas de la salud mental”.

En la nota enviada al Presidente, la Sociedad Panameña de Psiquiatría expresa, que la solicitud de ese certificado, sin un propósito claro o reglamentación, perjudica los intentos de derribar antiguos estigmas sobre los trastornos mentales, y vulnera el derecho al trabajo y el acceso a la educación de miles de personas que lidian diariamente con estas afecciones. Con la legislación actual, una persona que ha sufrido, por ejemplo, de episodios depresivos, tiene que luchar por superar esta difícil condición y además potenciales obstáculos en su futuro laboral. Un estudiante universitario, con un trastorno del espectro autista, que desea realizar una maestría en el extranjero no puede aspirar a una beca. Reflexionemos ¿Cuál es el mensaje que estamos dando?

¿Y qué dicen las organizaciones internacionales?

PRESUPUESTO. La OMS sugiere a los gobiernos destinar más dinero a la atención de salud mental, y diseñar adecuadas políticas públicas.

La OMS recomienda que la asignación del gasto de salud esté en proporción a la carga de enfermedad, y que haya paridad entre los aspectos físicos y mentales de la atención de salud. En términos prácticos, esto significa que los servicios de atención de salud física y mental deben prestarse de forma integrada, y que el porcentaje de gasto asignado a los servicios de salud mental debe ser proporcional al porcentaje de su carga atribuible.

30 años de la Declaración de Caracas

En 2020 se cumplió el trigésimo aniversario de la Declaración de Caracas, con el que inició el cambio en el paradigma de la atención a la salud mental en la Región de las Américas, con la descentralización de los servicios de salud mental hacia la comunidad y el impulso a la defensa y protección de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales.