Un llamado directo se hace a las comunidades para que se empoderen en el combate contra el mal que afecta a 39 millones de personas a nivel mundial. Y según cifras estadísticas es una situación que se repite en Panamá.
Por Zailary Chávez
En el Día de la Lucha contra el VIH-SIDA, el mundo se unió en una sola voz para hacer un llamado a las comunidades para que se involucren en la elaboración de planes y programas a fin de combatir este mal que afecta a 39 millones de personas a nivel mundial, según estadísticas de ONUSIDA para el año 2022.
Como todos los años, Casa Hogar El Buen Samaritano (CHEBS), obra social de la Iglesia Católica, conmemoró esta fecha con una Eucaristía en la que el padre Domingo Escobar, director de la fundación, pidió el compromiso de todos para unir esfuerzos e incrementar la tarea preventiva del VIH-SIDA.
Destacó que el lema de este año “Que lideren las comunidades” busca cambiar ese rol de agentes pasivos e invita a organizaciones de la sociedad civil, gobernantes y la comunidad en general, para que hagan incidencia y en conjunto se pueda dar respuesta a las necesidades de esas personas que viven con esta condición.
El sacerdote se refirió a la importancia de ir derribando las barreras y crear las condiciones necesarias para que estos millones de personas infectadas vivan en una condición digna, que se le respeten sus derechos y que cuenten con el acceso al tratamiento, atendiendo el problema desde un enfoque global.
“Es urgente que tomemos conciencia, que se valore la dignidad del ser humano y bajemos la mirada a estos hermanos que tanto necesitan una mano amiga”, destacó.
Realidad en Panamá
Datos de la organización Panamericana de la Salud revelan que solo en la región de Latinoamérica y El Caribe viven alrededor de 2.5 millones de personas con VIH y solo en el año 2022, unas 130.000 personas adquirieron el virus y 33.000 perdieron la vida por causas relacionadas con el SIDA.
Según el médico, el infectólogo Rigoberto Samaniego, una situación que se repite en Panamá, es que los pacientes acuden en busca de atención cuando ya están en estado avanzado de la enfermedad, lo que hace más difícil su recuperación.
“Una de la población en donde se han incrementado los casos es en las edades entre 20 y 40 años, donde en Panamá, se presentan la mayoría de nuevos diagnósticos. Por lo que es necesario fortalecer las campañas de promoción y prevención”, señaló.
El experto considera que la clave para enfrentar este mal, está en hacer diagnósticos tempranos, incluso desde un nivel de atención primaria, brindando un mayor acceso a las pruebas, como una primera línea de atención.
En cuanto al tratamiento, destacó que Panamá ofrece la terapia antirretroviral y medicamentos de vanguardia y esto es fundamental porque contribuye a disminuir la transmisibilidad del virus.
En el país, la epidemia se perfiló en rápido crecimiento desde 1994 y, actualmente, se concentra en Panamá Centro, Colón, San Miguelito, Panamá Oeste, además de las Comarcas de Guna Yala y Ngäbe Buglé.
Sobre la fundación
CHEBS es una obra social cristiana que tiene como orientación espiritual la parábola del Buen Samaritano, Evangelio de San Lucas 15, 25, y atiende a dos comunidades: la que vive o reside en la Casa Hogar a quienes se les denomina residentes y se les da lo necesario para una vida digna y según las exigencias de cada persona. Y la comunidad de externos que son personas que tienen VIH, de escasos recursos, pero que viven con su familia y a quienes se les apoya en alimentos, medicinas, charlas de formación y otros según sea el caso.
