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Medicamentos: ¿curación o negocio?

Medicamentos: ¿curación o negocio?

Esta pandemia nos deja un legado claro: que los recortes sanitarios salen caros y que los gobiernos deben estar preparados para contingencias sanitarias; ha puesto en valor la necesidad de un sistema público de salud de amplia cobertura y prestaciones y de un sector socio sanitario estructurado y dotado de recursos.

Nos preguntamos cómo es posible que en países vecinos y hasta de primer mundo, un medicamento se pueda comprar hasta 500% por debajo del precio que se consigue en el mercado panameño. Con el argumento de una política de libre oferta y demanda, los fabricantes, distribuidores locales e internacionales, así como los comercializadores de medicamentos en Panamá, con la complicidad con algunos funcionarios, han creado una maraña que, según los pacientes, evidencia el abuso que mantiene la dependencia de lo que ellos mismos consideran una mafia que pone en riesgo la vida de seres humanos. La industria farmacéutica argumenta, la necesidad un elevado precio por los costes para investigar y fabricar moléculas cada vez más complicadas, que exigen inversión y aparatos muy costosos. Mientras que la investigación y desarrollo de fármacos recibe en torno al 13% del presupuesto, los gastos de marketing suponen entre el 30-35% del presupuesto de los laboratorios, es decir gastan el doble en promoción que en investigación. (British Medical Journal).

Las farmacéuticas: 70% de las vacunas frente al Covid-19 

Actualmente 48 empresas están implicadas en esta I+D en el mundo. El mayor esfuerzo lo están poniendo las compañías de EE. UU., ya que 20 son de esta nacionalidad. Le siguen las chinas (siete), italianas, canadienses o alemanas. De todas ellas, 21 cotizan en Bolsa.

¿Quiénes hacen I+D para vacunas?

Otros de los grandes laboratorios implicados en la vacuna son la británica GSK, la francesa Sanofi o la estadounidense Pfizer. La OMS no recoge hasta el momento, la participación de ningún estudio de vacunas impulsados por organismos públicos o empresas en Panamá. 

Precursor de la vacunación sin patente comercial

«¿Quién es el propietario de la patente de esta vacuna?» preguntó el periodista de CBS, Edward R. Murrow, a Jonas Salk en abril de 1955. «Pues la gente», respondió, sonando un poco sorprendido por la pregunta. «No hay patente. ¿Podrías patentar el sol?». Esta famosa anécdota se suele invocar para ilustrar cómo ha cambiado la industria farmacéutica. 

La ganancia se impone sobre la ética

VACUNA. Preocupa que se saque provecho..

Al inicio de 2020, varias farmacéuticas, como Pfizer, declararon que “no les preocupaba sacar provecho de una vacuna”. Pero a fines de julio, Pfizer firmó un acuerdo para entregar 100 millones de dosis al Gobierno de EU por mil 950 millones de dólares. 

“Vacunarse cada año”

¿Qué sucede una vez que termine la emergencia inmediata? La directora de Pfizer, Angela Hwang, dijo que una vez que la vacuna se convierta en un evento estacional, la compañía pasará a un enfoque de precios más basado en el valor. Es decir, precios más altos. 

¿“Habrá cambios”?

Las compañías farmacéuticas cambiarán solo si cambia la sociedad en general: cuando a los trabajadores se les pague más y a los altos ejecutivos menos; cuando las empresas dejen de ‘bailar’ al ritmo de Wall Street; cuando un científico puede regalar una patente —como hizo Jonas Salk hace tantos años— y no ser considerado un tonto, entonces podemos cantar victoria.