Navidad 2020 llena de fe y esperanza

Navidad 2020 llena de fe y esperanza

Se ha vivido un adviento marcado por el dolor y la esperanza, a causa del COVID-19. En medio de esta realidad, el Divino Niño nos trae un mensaje de alegría, amor, solidaridad y esperanza.

Oscar Rodríguez Blanco, s,d,b.

La Navidad será una celebración muy distinta. Las restricciones para salir, las medidas para viajar, la prohibición para reunirse con amigos o estar más cerca de los familiares, siguen siendo una realidad. Lo duro y doloroso que ha sido este año 2020 para el mundo entero, nos invita a reavivar la esperanza de que brille una nueva luz que nos haga recobrar vida y esperanza. Este anhelo solo nos puede venir de Dios que nace en la pobreza para solidarizarse con la humanidad. Dios es Amor y eso es lo que celebramos en la ternura de un niño.

No hay duda que todo lo que estamos viviendo implica sacrificio y entrega, y como dijo el presidente de Uganda Yoweri Kaguta:“Ejercitemos la paciencia, seamos guardianes de nuestros hermanos, recuperaremos nuestra libertad…en medio de la emergencia, practiquemos la urgencia del amor por los demás”. 

Somos creyentes. En nuestras familias se sigue practicando la sana tradición del pesebre que nos remonta al misterio de la Encarnacion del Hijo de Dios que se ha hecho hombre para salir al encuentro del hombre. Los pesebres los vemos en las oficinas, en los hospitales, en los parques y en los hogares. No basta con ponerlos y contemplarlos, es necesario reflexionar en este misterio de amor que es “Dios con nosotros”. Estamos invitados a pasar la Navidad en la intimidad de la burbuja familiar, son ellos los que más amamos y quienes más nos necesitan.

Celebremos con esperanza, para que brille una nueva luz que nos haga recobrar vida.

Cuando Jesus nació en Belén, la situación social y política en Israel no era muy buena, el mismo Herodes persiguió a Jesús para matarlo por el ansia que tenía de poder. No estanos solos, tenemos al Enmanuel que es “Dios con nosotros” y para siempre. Nos acompañan los seres queridos de la familia y tantas otras personas que con sentimientos cristianos nos desean lo mejor.  El querido Papa emérito Benedicto XVI nos dijo: Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía”, (Spe salvi 49).

En medio de tanto sufrimiento, el Divino Niño nos trae un mensaje de alegría, amor, solidaridad y esperanza. En estos días muchas personas buscan qué regalar a sus familiares y amigos, y generalmente es un regalo material. Este año tenemos una oportunidad única de regalar amor, perdón, fraternidad y la esperanza de que pronto el mundo superará esta prueba que ha marcado el 2020.Vivamos cada día, cada momento en paz con Dios y en paz con los demás.

El Papa Francisco nos decía hace algunos días: “La pandemia muestra que nadie puede salvarse a
sí mismo. Concretamente, ¿qué pueden hacer los cristianos para dar testimonio de estas palabras del Santo Padre?”.
 
Que no falten los pequeños gestos de bondad, de perdón, solidaridad y simpatía sin que falten las buenas obras para solidarizarnos con el que no tiene. ¡Les deseo Feliz Navidad y bendecido Año 2021!