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No quiere que le tomen fotos, sino que lo adoren 

No quiere que le tomen fotos, sino que lo adoren 

Es increíble y lamentable lo que estamos viendo últimamente, anteriormente cuando asistíamos a un acto litúrgico solemne, donde se exponía al Santísimo para la adoración de los fieles todos quedaban de rodillas cabeza inclinada en profunda adoración y respeto, ahora, nada más poner el sacerdote la santa hostia en la custodia, la gran mayoría (no todos) celular en manos comienzan a tomarle fotos como si se tratara de un famoso artista o cantante de multitudes, ¿Qué es esto? Lo exponen para recibir la gracia de la bendición de verle y adorarle, no para sacarle fotos!! Con esta actitud estamos demostrando una gran ignorancia espiritual, no reconociendo a Jesús presente en la santa eucaristía, él está vivo! Se alegra de estar con nosotros para amarnos y bendecirnos y qué hacemos? Sacar nuestro celular y tratarlo con indiferencia. ¡Que feo! 

Hasta en el momento de elevar la hostia consagrada en la santa misa la gente toma fotos, faltándole el respeto a la majestad del sacramento. Cuándo llegaremos a comprender o a distinguir, lo profano de lo sagrado? Esa actitud tan mundana de nuestra parte hiere profundamente el sacratísimo Corazón de Jesús que palpita de amor en cada hostia consagrada, si tenemos tantas ganas de tomarle fotos, mirémoslo con el lente de nuestros ojos internos y grabémoslo en nuestro corazón no en un aparato que ni siente ni ama y con el tiempo se pierde o desbarata y hasta allí llegó el afan de tomar fotos. 

Jesús sacramentado es el Dios vivo con su alma, cuerpo y divinidad, que en un gesto sublime de amor hacia la humanidad, quiso quedarse en un pedazo de pan y un poquito de vino, para que lo comiéramos y así fortalecer nuestra alma tan atribulada por muchos problemas, pero, en ningún momento pensó en ser objeto de la vanidad e irrespeto de la mayoría, preocupada en tomarle fotos en vez de doblar las rodillas y en adoración decirle: ¡Señor mío y Dios mío! 

La tecnología nos ha hecho desviar nuestra atención y no darle valor y prioridad a lo que lo tiene, estamos confundiendo lo espiritual con lo material, lo mismo nos da ir a un concierto de un famoso que asistir a una hora santa dónde los personajes son totalmente diferentes, 

porque el lugar que debe ocupar Cristo en nuestro corazón, jamás lo podrá ocupar un personaje por muy famoso que sea aunque llene mega espacios, como coliseos o plazas inmensas, la popularidad de Cristo no se mide así, después de qué dos lo reconozcan y lo adoren sacramentado, para él es como si fuera una gran multitud, no miles tomándole fotos como fanáticos fuera de orden. 

Comulguemos con más devoción y visitémoslo con más frecuencia en el Sagrario para recibir abundantes gracias y al verlo expuesto en la custodia, ni nos acordaremos de que tenemos un celular en nuestro bolsillo o bolso, así de sencillo pero, mientras sigamos dándole prioridad a lo que no lo tiene, seguiremos tomándole fotos y no adorándolo. Recordemos que Jesús está vivo en el Santísimo sacramento del altar.